Uno de los principales protagonistas del llamado caso Travis, el mayor pelotazo de mascarillas y material sanitario que se dio en España durante la pandemia, ha desaparecido sin dejar rastro de los registros societarios de Hong Kong, tal y como ha adelantado The Objective. Se trata de Xiaojuan Li, empresario de origen chino que, junto a un socio, controlaba la firma HongKong Travis Asia Limited. Esta empresa logró adjudicarse en 2020 más de 190 millones de euros en contratos de emergencia para suministrar material sanitario al Gobierno español, pese a que buena parte de los productos llegaron con un año de retraso y no cumplían con los estándares exigidos.
La sociedad sigue inscrita en los registros mercantiles de Hong Kong, aunque ya no figura Li como accionista. Según documentación consultada recientemente, el empresario habría transferido el 35% de sus participaciones —unas 3.500 acciones— a su socio, Yu Xueli, quien ahora figura como único titular y ha declarado su domicilio en la provincia de Zhejiang, China continental. La empresa fue constituida apenas unos meses antes del estallido del coronavirus, en 2019, y desde entonces no ha mostrado signos de actividad visible tras el multimillonario contrato con España.
El nombre de Xiaojuan Li, o más bien su apodo Xi Li, ha vuelto a cobrar protagonismo por una grabación incorporada al sumario del caso Ábalos-Cerdán. En ella, el exasesor Koldo García afirma que “Salvador Illa habla mucho con Chili”, un alias que la Guardia Civil sospecha que podría referirse, precisamente, a Xi Li. La conversación, registrada en diciembre de 2023, refleja además cómo Koldo y Santos Cerdán discuten sobre la necesidad de comunicarse por aplicaciones cifradas como Signal para evitar rastreos, lo que refuerza las sospechas de que mantenían contactos sensibles con personas del entorno de los contratos sanitarios.
Aquel encargo de compra de mascarillas FFP2 supuso una de las operaciones más cuestionadas del periodo pandémico. El Gobierno abonó 196,5 millones de euros por 56,2 millones de unidades, a un precio medio de 3,5 euros por mascarilla, en un momento en que la urgencia justificaba costes desorbitados. Sin embargo, la mayoría de los productos fueron entregados a principios de 2021, cuando su valor en el mercado había caído de forma drástica. La diferencia entre precio y calidad, además del retraso, ha dejado un agujero millonario en las arcas públicas.
Tres altos cargos del Ministerio de Sanidad bajo el mando de Salvador Illa fueron imputados por su intervención directa en el proceso de compra. Uno de ellos reconoció mantener contacto casi diario con el ministro para informarle de los avances con proveedores como Travis Asia. Aunque el caso fue finalmente archivado en los tribunales, las nuevas grabaciones reavivan las dudas sobre el verdadero alcance de estas relaciones.
En Cataluña, el escándalo ha cruzado la frontera judicial para convertirse en un problema político. Salvador Illa fue interrogado esta misma semana en el Parlamento por los líderes del PP y VOX, quienes le preguntaron directamente por el misterioso «Chili». El exministro se limitó a responder, visiblemente incómodo: “No tengo ni puñetera idea”.
Mientras tanto, los registros hongkoneses ya no vinculan a Xiaojuan Li con ninguna empresa activa en el territorio. Sólo figura una posible conexión con una sociedad radicada en Indonesia que no declara actividades económicas relevantes en Asia oriental. La ausencia de datos sobre su paradero, junto con el traspaso de acciones y el apagón comercial de Travis Asia, incrementa la opacidad de una trama que podría implicar conexiones políticas más profundas de lo que inicialmente se creyó.