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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Bayona humilla a las víctimas de ETA con un monolito con un hacha invertida

“El Gobierno está permitiendo que ETA marque los tiempos y sea protagonista de su supuesto final», han denunciado las víctimas.

Las asociaciones de víctimas del terrorismo Covite y ACFSEVT -que agrupa a afectados de las Fuerzas de Seguridad del Estado- han denunciado la instalación de una escultura en la ciudad francesa de Bayona con la forma de un hacha invertida para conmemorar el falso desarme de ETA. El hacha, con una serpiente enrollada, es el símbolo que identifica a la banda terrorista de ultraizquierda.
La escultura, de ocho metros de altura y tres toneladas de peso, es obra del escultor guipuzcoano Koldobika Jauregi, quien pretende simbolizar el «fin de ETA» con un hacha invertida de cuyo mango surge la copa de un árbol.
La obra, titulada ‘Arbolaren egia’ (La verdad del árbol), ha sido encargada por el Ayuntamiento de Bayona y su inauguración será el colofón de los actos previstos este fin de semana en el País Vasco francés por la organización Bake Bidea y los autodenominados «artesanos de la paz», quienes mediaron en el desarme de ETA hace un año.
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo ha instado al Gobierno de Mariano Rajoy a desplegar su aparato diplomático y presionar al Gobierno de Francia para que repruebe la instalación de esta escultura.
«Lo que resulta inconcebible con cualquier vulneración grave de los derechos humanos se convierte en aceptable si el protagonista es ETA», han lamentado las víctimas, a la vez que han cuestionado si el país galo aceptaría que se colocara una esvástica invertida para conmemorar el final del Holocausto.
La entidad presidida por Consuelo Ordóñez ha responsabilizado al Ejecutivo de Mariano Rajoy de “todos los movimientos” que la izquierda abertzale y el entorno etarra han realizado para “preparar la campaña de propaganda en torno a un supuesto final de la organización terrorista”.
Para el colectivo, la instalación del monolito con el hacha invertida es “sólo una afrenta más a la dignidad de la sociedad española y de las víctimas”, que se suma al “teatro del falso desarme de Bayona” ocurrido hace un año o a las informaciones falsas difundidas por la izquierda abertzale sobre cambios en la política penitenciaria francesa.
“El Gobierno está permitiendo que ETA marque los tiempos y sea protagonista de su supuesto final -han reiterado desde Covite-. Nada de esto ocurriría si hubiera cumplido sus obligaciones de gobierno y hubiera disuelto a la peor organización terrorista que ha sufrido nuestro país. Exigimos que lo haga de una vez por todas y ponga punto y final a esta sucesión de despropósitos disolviendo definitivamente lo que queda de la banda”.
La organización se reunió el pasado mes de abril con el alcalde de Bayona, Jean René Etchegaray, a quien ya reprochó su cercanía a ETA y a su entorno y su falta de interés por las víctimas. Ahora Covite ha criticado su aval a la colocación de la escultura: “La decisión del regidor demuestra una absoluta falta de sensibilidad con las víctimas del terrorismo”.
También la asociación ACFSEVT se ha puesto en contacto con el Ministerio del Interior para que solicite a Francia que impida la colocación de la escultura.
Un portavoz de esta asociación ha denunciado que el monolito constituye «un homenaje a lo que llaman otras víctimas, que son los asesinos o los simpatizantes de los asesinos».
Los actos de conmemoración del desarme comienzan este viernes con una mesa redonda sobre víctimas en Bayona con la presencia de los juristas Jean-Pierre Massias y Serge Portelli, el «mediador» Michel Berhocoirigoin y el alcalde de Errenteria, Julen Mendoza (EH Bildu).
El sábado, en Biarritz, intervendrá el pastor norirlandés Harold Good, presente en los actos de desarme de hace un año, la abogada Xantiana Cachenaut y el presidente de honor de la Liga de Derechos Humanos de Francia, Michel Tubiana.

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