A las 12.30 horas de este miércoles, una nueva patera con más de 100 inmigrantes ilegales ha llegado ayudada por Salvamiento Marítimo ante el recibimiento de decenas de canarios que se encontraban presentes en la playa de La Restinga. Lo que en el pasado eran aplausos y saludos, hoy es temor y desconfianza, ya que la comunidad autónoma ha recibido casi 25.000 en lo que llevamos de año, colapsando los centros de menas y provocando una mayor inseguridad.
Uno de los vecinos del lugar, que ha acudido con su familia a bucear y tomar el sol, ha afirmado que la región ya está totalmente colapsada y muchas familias que habitan en las islas empiezan a tener miedo de salir a la calle: «No soy racista, para nada, pero esta masificación… Están destrozando cayucos casi todos los días, y así no sé a dónde vamos a llegar».
«Antes pensábamos que este era el trampolín para llegar a Europa, pero la broma se está quedando corta porque no hay recursos», comenta haciendo referencia a que tanto la Guardia Civil, como Salvamiento Marítimo o los propios sanitarios no les ayudaron de la misma forma cuando la comunidad autónoma sufrió las consecuencias de un volcán en La Palma.
Por otra parte, una joven mujer ha asegurado que esto es «totalmente insostenible» y «demasiado», ya que, además de afectar a nivel económico a todo el país, los vecinos de Tenerife —donde ella habita— están padeciendo una ola de ocupaciones sin precedentes: «Muchas casas las han okupado ellos, hay muchos okupas porque cuando cumplen la mayoría de edad salen de los centros y al buscarse la vida cometen estos delitos», concluye señalando al Gobierno «sin duda» como principal culpable.
