Casi 15.000 inmigrantes ilegales han llegado a España en los primeros dos meses del año. Es el balance que arrojan las estadísticas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La peor parte se la vuelve a llevar Canarias, que se acerca a los 13.000 inmigrantes ilegales en lo que va de año, la inmensa mayoría de origen subsahariano, aunque también se ha detectado la entrada de más de 700 marroquíes que han registrado su origen en costas de Tan-Tan y Tarfaya, y que llegaron a las islas de Lanzarote y Fuerteventura. La mayoría de embarcaciones llegadas al archipiélago canario (casi un centenar) continúan siendo cayucos que parten desde Senegal o Mauritania (en este último caso es el 90%).
Por otro lado, y ya en Península y en Baleares, las narcolanchas vuelven a entrar en juego. Durante la última semana se han contabilizado hasta cinco embarcaciones de este tipo que, tras partir de Marruecos, han dejado a casi 300 marroquíes en la provincia de Almería y la isla de Alborán. En lo que va de año ya son más de 1.000 los inmigrantes de origen marroquí que han accedido a territorio español a través de El Estrecho, Mar de Alborán y Baleares.
La presión migratoria desde Argelia sigue estando presente, aunque en menor medida (han llegado más de 600 argelinos a través de las rutas de la inmigración ilegal a la península y Baleares). Por último, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla siguen soportando una fuerte presión migratoria desde territorio marroquí. Ya son más de 400 los inmigrantes ilegales llegados a Ceuta y más de medio centenar a Melilla.
Así, la presión migratoria sobre España sigue aumentando y lo hace registrando un incremento de casi un 400%- con respecto a datos del 2023. Con casi 15.000 entradas ilegales contabilizadas ya se ha completado más de un cuarto de toda la inmigración ilegal que llegó el año pasado.
