Casi 57.000 inmigrantes ilegales llegaron a territorio español durante el año 2023, el 70% —casi 40.000— alcanzaron las Islas Canarias, según los datos a los que ha tenido acceso La Gaceta.
Estas cifras reflejan un aumento de la inmigración ilegal superior al 80% con respecto al año 2022. El 2023 fue el segundo año con más llegadas de inmigrantes ilegales (sólo por detrás del año 2018, que finalizó con más de 60.000 entradas) desde que se tienen registros.
El archipiélago canario, con casi 40.000 inmigrantes ilegales —un 140% más que en 2022—, se situó como el área de España más afectada. A Canarias le sigue Andalucía, donde se contabilizaron durante el año 2023 más de 9.600 entradas de ilegales. Estos datos suponen un incremento superior al 35% con respecto a las estadísticas de 2022.
En el litoral andaluz destacaron las denominadas «narcolanchas», que pusieron en jaque a los diferentes operativos de las FCSE. Los agentes vieron como muchos inmigrantes ilegales conseguían huir sin ser interceptados, por lo que se estima que la cifra de llegadas puede ser superior a la datada. El podio lo cierran el área de Levante y Baleares, una zona que sufre una presión migratoria proveniente de territorio argelino y que ha cerrado el año con más de 5.000 entradas ilegales contabilizadas, unos datos muy similares a los de 2022.
Por último, Ceuta y Melilla cierran ejercicio con algo menos de 2.000 entradas ilegales. Sin nuevos asaltos fronterizos que lamentar, es la única zona de España que experimenta un relativo descenso de la inmigración ilegal, cuestión que no es sinónimo de que no pueda ocurrir algo de forma inminente, pues en los últimos meses el número de inmigrantes ilegales que se acumulan al otro lado de las vallas ha aumentado de forma considerable.
