Ceuta sigue viviendo intentos de asaltos fronterizos prácticamente semanales en mitad de una gran opacidad mediática con respecto a lo que sucede en las vallas fronterizas de la Ciudad Autónoma. No solo tuvimos que lamentar la tentativa de entrada de más de 200 subsaharianos el pasado 14 de abril, sino que desde inicios de este año, esos intentos ya ascienden a casi la veintena y se han saldado con el acceso de un total de 337 inmigrantes ilegales en lo que llevamos de 2023.
Otro asunto son los grandes movimientos de inmigración subsahariana que se producen al otro lado, múltiples publicaciones a través de las redes sociales controladas por las mafias de la inmigración ilegal, constatan que en las inmediaciones a la población marroquí de Beliones y área de Monte Musa, existe un gran número de subsaharianos esperando su oportunidad para llegar a las fronteras que separan Marruecos de Ceuta.
Por otro lado y no menos importante, esta cuestión ha motivado que el Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes de la Ciudad Autónoma, se haya situado al borde de su ocupación máxima. Un centro de acogida provisional que, con una capacidad límite de 512 inmigrantes ilegales, ha llegado a albergar a un total de 400. Dada esta circunstancia, el Gobierno ha optado por llevar a cabo un plan de repartos en el que recientemente ha sido protagonista la Junta de Andalucía, que la pasada semana puso en marcha un sistema de acogida para conceder plaza a un total de 57 inmigrantes ilegales que abandonaban Ceuta para terminar siendo repartidos por varios centros de la región andaluza.
Sudán, Chad, Mali o Siria, han sido algunos de los países de origen de los más de 50 inmigrantes ilegales acogidos por el Gobierno de Juanma Moreno, para con ello, aliviar la ocupación del Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes de Ceuta.
Cuestiones todas que han pasado una vez más, desapercibidas para la mayor parte de los medios de comunicación.
