Un ciudadano marroquí de 25 años ha aceptado una condena de dos años y medio de cárcel por exaltar el terrorismo yihadista en redes sociales, incitar a la violencia en Europa y arremeter contra judíos y el colectivo LGTBI. En situación ilegal en España, Said B. tenía antecedentes por lesiones y robo con violencia. Su caso fue juzgado este miércoles en la Audiencia Nacional, donde llegó a un acuerdo de conformidad que redujo la pena inicial solicitada por la Fiscalía, que superaba los cuatro años de prisión.
Según la investigación de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, el acusado utilizaba una identidad falsa para operar en diversas plataformas digitales, especialmente TikTok, donde acumulaba 370.000 seguidores. A través de sus publicaciones, justificaba la yihad en zonas de conflicto, amenazaba con atentados contra instituciones públicas y llamaba a la lucha armada en Europa, especialmente en España, con la intención de instaurar la sharía. También difundía mensajes de odio contra judíos y homosexuales, lo que aumentó progresivamente su impacto en redes sociales.
Entre sus publicaciones más polémicas, destacó un mensaje de apoyo al atentado yihadista perpetrado en Algeciras el 25 de enero de 2023. En ese ataque, Yassine Kanjaa, también de origen marroquí, asesinó con un machete al sacristán Diego Valencia e hirió gravemente a un sacerdote en dos iglesias del centro de la ciudad. Kanjaa, al ser detenido, afirmó que su acción lo convertiría en un «elegido» y que había ganado «las puertas del paraíso».
El Ministerio del Interior alertó de que, en los meses previos a su detención, Said B. había radicalizado su discurso, alentando la comisión de atentados y amenazando a usuarios que criticaban su retórica violenta. La Policía Nacional lo arrestó el 31 de octubre de 2023 en Terrassa (Barcelona) durante la operación Panaca, tras un año de seguimiento. En los días anteriores a su captura, había intensificado su interés por adquirir armas y manifestado su deseo de pasar a la acción.
Durante el registro de su vivienda, los agentes incautaron dispositivos electrónicos que revelaban una búsqueda recurrente de armas blancas y de fuego, incluidos fusiles de asalto y pistolas. Además, se encontraron placas antibalas, chalecos tácticos, guantes, un equipo de radiocomunicación, gafas protectoras, linterna, casco de camuflaje, rodilleras y coderas, configurando un equipamiento completo para posibles ataques.
