Agentes de la Comisaría Provincial de la Policía Nacional de Burgos han detenido recientemente a cuatro jóvenes radicales acusados de los presuntos delitos de lesiones, amenazas graves y delito de odio. Los incidentes investigados y que llevaron a las detenciones están relacionados con una cena de graduación en un restaurante en el Alfoz de Burgos, donde un gran grupo de jóvenes celebraba su fin de curso.
Durante la celebración, algunos asistentes comenzaron a cantar el «Cara al sol», lo que provocó una respuesta por parte de otros estudiantes, iniciándose un conato de pelea que, pese a varios reproches, insultos y algún empujón, no escaló a mayores.
La fiesta continuó en la capital, Burgos, pero en la zona de Las Bernardas, alrededor de las cinco y media de la madrugada, un menor de edad fue atacado en la vía pública por varios jóvenes izquierdistas vestidos de negro con capuchas, quienes lo agredieron con patadas y puñetazos mientras lo insultaban llamándolo «cerdo». El menor y sus amigos lograron escapar corriendo hacia el parque de Regino Sainz de la Maza.
No obstante, tres individuos del grupo agresor persiguieron al menor, amenazándolo e insultándolo con términos como «cerdo», «puto nazi de mierda», «facha de los cojones», «te vamos a matar», «hijo de puta fascista», y similares, además de propinarle más golpes y patadas en distintas partes del cuerpo.
La policía fue alertada, lo que provocó la huida de los agresores, mientras que el menor tuvo que ser atendido médicamente en el Hospital Universitario de Burgos debido a las lesiones sufridas. El conflicto tuvo un segundo episodio unos días después, cuando un grupo de unos diez individuos identificó al menor en el Paseo de la Sierra de Atapuerca, donde asistía a un concierto con dos personas. Este grupo los rodeó y los atacó violentamente, causándoles diversas heridas de consideración que requirieron asistencia médica.
Tras ser puestos a disposición de la Autoridad Judicial, se impuso a los jóvenes agresores una medida de libertad vigilada que incluye la prohibición de acercarse al menor agredido.
