Cuenca se ha quedado sin el tren convencional que conectaba Aranjuez (Madrid) con la provincia 139 años después de su inauguración.
El Ministerio de Fomento, la Diputación y el Ayuntamiento de Cuenca, todos en manos del PSOE, han eliminado la línea Aranjuez-Cuenca-Utiel que hacía parada en varios municipios de Cuenca, una decisión que ha generado un sentimiento de indignación entre los viajeros, que la han tildado de «pena», «vergüenza» y «traición», porque es un tren que permitió durante décadas el desarrollo de la provincia y la creación de miles de puestos de trabajo, así como la conexión entre diferentes provincias y pueblos de la zona.
Enrique García, natural de Vellisca aunque reside en Madrid desde hace tiempo, tiene 82 años. Solía aprovechar el tren de forma habitual para viajar hasta su pueblo y ahora lo que siente es «la mayor vergüenza del mundo» por este cierre, según recoge Europa Press.
Apoyo del sindicato Solidaridad a los conquenses
El sindicato Solidaridad quiso apoyar este martes a los conquenses ante una decisión «injusta» en un territorio «abandonado por el bipartidismo». En la concentración se escucharon proclamas como «Queremos tren»; «Sí al ferrocarril»; o «Viva el tren».
«Con esta decisión, la provincia de Cuenca pierde todavía más servicios, lo que tendrá unas consecuencias muy negativas a corto y medio plazo. No podemos permitir tanta desigualdad, que existan españoles de primera y de segunda”, ha asegurado el secretario general del sindicato, Rodrigo Alonso, antes de ratificar que el sindicato siempre estará presente en las concentraciones en las que sea de justicia acudir. «Y ésta, sin duda, lo es», ha remachado.
Se esperan acciones judiciales
La plataforma de Pueblos con el Tren no ha descartado llevar a cabo diferentes acciones judiciales por «diferentes incumplimientos al procedimiento de cierre de una línea ferroviaria».
En este sentido, ha destacado que no se ha tenido en cuenta a los ayuntamientos afectados por este cierre y por eso está preparando acciones judiciales para pedir las anulaciones de los acuerdos de los consejos de ministros relativos a la decisión. Culpa la Gobierno de Pedro Sánchez de no tener en cuenta a los municipios y «decidir negativamente sobre el futuro de la provincia de Cuenca».
