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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La ministra Delgado evita hablar del contenido de las grabaciones con Villarejo

Delgado tira de victimismo en su comparecencia en el Congreso y, tras rechazar entrar en el contenido de las grabaciones, garantiza que no ha cometido «ninguna acción, ni de lejos, delictiva ni indigna».

La ministra de Justicia, Dolores Delgado, se ha presentado este miércoles como víctima de un intento de «chantaje» y «extorsión» del excomisario José Manuel Villarejo y ha acusado al PP de «haber alimentado las cloacas» en las que se movió el policía, pero ha garantizado que no se va a amedrentar.

Tras ser reprobada por el Senado y después de que el pleno del Congreso pidiera este martes su dimisión, Delgado ha comparecido en la Comisión de Justicia de la Cámara Baja para explicar su relación con Villarejo, tras la polémica suscitada por la difusión de unos audios grabados en una comida que compartió en 2009 con él, otros cargos policiales y el entonces juez Baltasar Garzón.

Los audios que prueban que la ministra Delgado mintió sobre su relación con Villarejo

Su intervención se ha centrado en atacar a «la derecha, la extrema derecha y la extrema extrema derecha» por usar contra ella una grabación «ilícita» difundida por un presunto delincuente que se encuentra en prisión investigado por 14 de delitos y que busca, ha dicho, «extorsionar al Estado para obtener un trato de favor y salir de la cárcel».

Tras asegurar que no es amiga de Villarejo, ha rechazado entrar en el contenido de las grabaciones, pero ha garantizado que no ha cometido «ninguna acción, ni de lejos, delictiva ni indigna» y ha subrayado que no va a aceptar «amenazas ni de las cloacas ni de aquellos que les hacen el juego sucio» creando un «lodazal» y llevándolo al Parlamento.

Ha cargado así con dureza contra el PP, al que ha acusado de «haber alimentado las cloacas» del Estado cuando estaba en el Gobierno y de usar ahora contra ella unas actividades que «fomentaron y aplaudieron sin rubor alguno».

Ha recordado que Villarejo actuó bajo la dirección del entonces ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, quien llegó a destacar sus «relevantes servicios» y quien le permitió compatibilizar su trabajo policial con su actividad como investigador privado y como gestor de empresas de todo tipo.

También ha precisado que su último responsable directo como director general de la Policía es hoy el portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, y ha añadido que Villarejo fue subordinado del excomisario Eugenio Pino, a quien el exministro de Justicia Rafael Catalá concedió una medalla en atención a sus méritos.

Fue bajo la dirección de Fernández Díaz cuando Villarejo «participó en la llamada Operación Cataluña» contra adversarios políticos independentistas y «también contra grupos políticos de la oposición como Podemos», ha continuado Delgado, que ha acusado directamente al PP de amparar la actividad de «esa brigada patriótica».

Sus palabras han enfadado al PP: «Nos ha faltado al respeto con una de las intervenciones mas sectarias que se conoce en la historia parlamentaria de este Congreso en la democracia», ha manifestado la portavoz popular, María Jesús Moro, quien ha llegado a dudar que, con ese tipo de actuaciones Delgado pueda regresar a la carrera fiscal.

La diputada del PP ha criticado a la ministra por poner «el ventilador» y pensar que la mejor defensa es un buen ataque para que no se hable «de lo fundamental».

«El respeto se gana, pero se puede perder en un instante, a usted ese instante le está durando mucho, señora ministra reprobada», le ha espetado Moro.

Tanto Ciudadanos -que ha comparado la polémica comida con una película de Torrente- como Unidos Podemos han advertido a la ministra de los riesgos de ser chantajeable, pero Delgado ha garantizado que ni ella ni el Gobierno se dejarán amedrentar ni cejarán en su objetivo de acabar con la corrupción.

Y ha dejado claro que sabe lo que es estar amenazada: «he llevado escolta durante 19 años y no voy a permitir que un presunto delincuente y quienes pretenden utilizar políticamente sus actos puedan arrojar la más mínima duda de mi dedicación y de mi sacrificio al servicio público», ha subrayado recordando su trayectoria como fiscal.

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