Un inmigrante magrebí de 27 años ha sido detenido por el asesinato del sacerdote estadounidense Richard Gross, producido el pasado 21 de enero en el Centro de Málaga. La Policía Nacional logró identificarlo como implicado en el crimen tras una larga investigación. El Juzgado de Instrucción número 2 de Málaga ordenó su ingreso en prisión provisional, sin fianza y con la causa bajo secreto de sumario. Se le acusa de homicidio y robo con violencia.
El cadáver de Richard Gross, de 80 años, fue descubierto en un apartamento turístico de la calle Viento con evidentes signos de violencia. Las pesquisas revelaron que la víctima había llegado a Málaga el 20 de enero, con la intención de permanecer una semana antes de embarcar en un crucero. Sin embargo, pocas horas después de su llegada, fue asaltado dentro del alojamiento, cuando aún llevaba consigo las llaves. Los atacantes le sustrajeron una mochila y una maleta con su documentación.
Los forenses determinaron que la causa de la muerte fue asfixia, aunque aún se investiga la forma exacta en que se produjo. La principal hipótesis es que el agresor le aplicó un «mataleón», una técnica de estrangulamiento utilizada para inmovilizar a la víctima sin dejar huellas evidentes.
El sospechoso fue detenido el 31 de enero, casi dos semanas después del crimen. Durante su comparecencia ante el juez, se acogió a su derecho a no declarar, por lo que la investigación sigue en marcha para esclarecer si actuó en solitario o con cómplices.
El asesinato ha causado un profundo impacto en la comunidad religiosa estadounidense, donde Gross era una figura muy querida y respetada. Nacido en Wrentham, Massachusetts, cursó estudios en el Boston College antes de ingresar en la Compañía de Jesús. Ordenado sacerdote en 1976, dedicó su vida a la enseñanza y la labor pastoral. Impartió clases de religión y orientación espiritual en el Boston College High School y en la prestigiosa Phillips Academy en Andover, donde trabajó durante más de una década. También ejerció como capellán universitario en la Universidad de Connecticut, Vanderbilt y LaSalle.
En 2023, regresó al Boston College High School para continuar con su labor pastoral. Desde allí, la comunidad jesuita emitió un comunicado expresando su conmoción y tristeza por su violenta muerte. «Nuestros pensamientos y oraciones están con su familia, sus hermanos jesuitas y todos aquellos que fueron bendecidos por su ministerio y amistad. Oramos por su paz eterna», rezaba el mensaje.
