Los inmigrantes ilegales solicitantes de asilo han recibido consolas y clases de yoga pagadas con fondos públicos a su llegada al Reino Unido, según ha revelado una investigación del diario The Telegraph, que ha destapado un gasto millonario por parte de los ayuntamientos británicos en estas actividades recreativas. Además de proporcionarles alojamiento y manutención, varias administraciones locales han destinado dinero a ofrecer clases para ser DJ, lecciones de conducción, entradas a partidos de fútbol e incluso formación en habilidades circenses.
Desde 2022, se han invertido al menos 141 millones de libras en estos programas, según una auditoría realizada sobre 110 ayuntamientos. Mientras los ciudadanos británicos se enfrentan a subidas en los impuestos municipales y recortes en los servicios esenciales, estas iniciativas hasta ahora ocultas han generado indignación entre los contribuyentes.
El diputado de Reform UK —partido líder en las encuestas—, Rupert Lowe, ha calificado esta situación de «escandalosa» y ha exigido una revisión completa del sistema de asilo. «Cada caso aprobado debe ser reexaminado. El sistema está desbordado y permite abusos incontrolados. Enviar este tipo de mensajes a quienes planean llegar al Reino Unido sólo incentiva más cruces ilegales», declaró Lowe. Asimismo, ha criticado la entrega de «videoconsolas, móviles y ordenadores portátiles», argumentando que lo único que deberían recibir es «un billete de vuelta».
Uno de los casos más llamativos es el del ayuntamiento de West Sussex, gobernado por los conservadores, que utilizó más de 300 libras para comprar PlayStations y videojuegos para los inmigrantes ilegales alojados en hoteles, además de gastar cerca de 500 libras en sesiones de yoga. Paradójicamente, el mismo ayuntamiento ha anunciado un incremento del 5% en los impuestos municipales, justificándolo con la falta de recursos para atender a sus ciudadanos.
El ayuntamiento de Croydon, por su parte, ha gastado más de 317.000 libras en servicios adicionales a la vivienda y la alimentación. Entre estas iniciativas, se han destinado 6.900 libras a talleres de música en los que los inmigrantes ilegales pueden aprender a ser DJs. Cabe destacar que esta financiación fue aprobada bajo la administración laborista, que dejó el ayuntamiento en quiebra en 2022 tras emitir su tercer aviso de la Sección 114, lo que equivale a declararse en bancarrota.
Otra decisión polémica de Croydon ha sido la entrega de 20.000 libras a Care4Calais, una organización benéfica que ha sido objeto de críticas por su gestión. En 2023, la Comisión de Caridad británica denunció serias irregularidades en la administración de esta ONG, que, además, participó activamente en la batalla legal contra el plan de deportaciones a Ruanda impulsado por el anterior gobierno conservador.
Mientras tanto, el ayuntamiento de Cardiff, dirigido por el Partido Laborista, ha financiado clases de Tai Chi y formación en malabarismo para los solicitantes de asilo. Aunque el dinero proviene de fondos gubernamentales, las autoridades locales no han revelado cuánto se ha gastado en estas actividades.