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HABLADO POR MENOS DEL 3% DE LOS ASTURIANOS

El bable pasa a puntuar en las oposiciones para trabajar en Radiotelevisión de Asturias

El presidente del Principado, Adrián Barbón. Europa Press

A pesar de que en Asturias la lengua mayoritaria sea el español con el mayor porcentaje de todas las comunidades autónomas, el empeño del presidente socialista Adrián Barbón en el delirio idiomático asturiano continúa.

Barbón, que ya ha despilfarrado con el apoyo de Podemos, más de 2,5 millones de euros en 2022 para el fomento de La Llingua que sólo hablan el 2,8% de los asturianos, se ha propuesto ahora que la RTPA se convierta en territorio prohibido para cualquier periodista de fuera de Asturias o de dentro que no hable el bable, lengua minoritaria y cambiante según el rincón de Asturias donde se emplee, que no esta entre las preocupaciones de los asturianos y que se encuentra muy por detrás en uso y conocimiento de otras lenguas extranjeras que los asturianos sí conocen y hablan con mucha mayor frecuencia como el francés o el inglés. Así, pretende que siga siendo utilizada como arma arrojadiza de fragmentación interna.

De este modo, según se acaba de publicar en el BOPA, se puntuará a partir de ahora el conocimiento del bable en la oferta pública de plazas de personal de la corporación pública de Radiotelevisión de Asturias. Es evidente que con esta medida se pretende además que los periodistas se convertirán definitivamente en militantes de la causa al estilo independentista radical de la TV3 en Cataluña, A Punt en Valencia o IB3 en Baleares, y que guarden la misma docilidad antiprofesional hacia el Gobierno que les está colocando en la administración. El paso que se ha dado es de extrema gravedad y denota las oscuras intenciones de la izquierda al pretender imponer una vez más La Llingua de las minorías a la mayoría de la población a través de la radio y la televisión pública que pagan todos los asturianos.

Estamos ante otro episodio autonómico de creación y diseño de un conflicto innecesario entre los asturianos que no lo hablan, la mayoría, y los que quieren usarla, tan sólo unas 25.000 personas. Estamos ante la pretensión de imponer la cooficialidad del bable mediante una reforma del estatuto, lo que supondría llegar a situaciones de enfrentamiento por el lenguaje al permitir, por ejemplo, que cualquier persona pudiera dirigirse a la administración en bable y exigir que se le conteste de la misma manera. Es una medida disparatada cuyos intereses nada tienen que ver con las necesidades reales de los asturianos y que supondría un despilfarro de dinero público de enormes proporciones.

Tal y como afirma Beatriz Zapico, portavoz de la Plataforma contra la Cooficialidad del asturiano, en Asturias el porcentaje de población que habla el bable en ínfimo y hay tantos tipos de expresiones distintas como quesos. Miente el Gobierno al asegurar que se trata de un 15% de la población. El PP está en contra de esta cooficialidad, pero como siempre se pone de perfil con su falta de determinación o cuando se pone alguno de ellos a hablar en «Fala» en los Plenos de la Junta , algo que naturalmente no está permitido hacer.

Este intento por parte del PSOE de equiparar las lenguas minoritarias al español en Asturias, como cortina de humo para tapar las vergüenzas de su gestión al frente del Gobierno, supondría un agujero negro de enorme magnitud en las cuentas públicas. Algunas fuentes e informes que se han hecho públicos apuntan a que las obligaciones y costes de adoptar una medida similar supondrían más de 200 millones de desfalco público.

La Junta poseía esos informes que se hicieron públicos. Y el PP ha vuelto a cojear gravemente por el lado centrista y buenista, y continúa más preocupado por sus perspectivas electorales que por el interés general.

Cabe señalar que, en febrero de 2022, VOX Asturias instó al PP a presentar una moción de censura contra Barbón por ese informe sobre la oficialidad del asturiano y sobre los costes que acarrearía, pero el PP hizo oídos sordos una vez más. El escándalo entonces se dejó pasar al más puro estilo Feijóo cuando del PSOE se trata, pero la maquinaria delirante no se ha detenido y la última sorpresa al respecto que llega a través de la televisión pública, que los asturianos van a seguir pagando un medio de comunicación público cada vez más sectario y destinado a las minorías que quieren imponer la sinrazón. Minorías que en este caso se están inventando de la nada por intereses políticos y partidistas, y por la falta de proyecto político.

Así, la RTPA va camino de convertirse en un pozo sin fondo de sinrazón autonomista y antiespañola si no se pone coto a la desvergüenza de quien en este momento sostiene las riendas del Gobierno asturiano. La neutralidad del proyecto de la televisión pública asturiana dependerá de lo que ocurra en las urnas el próximo mes de mayo.

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