La imputación de Begoña Gómez no sólo llevó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a apartarse cinco días para reflexionar sobre su futuro, sino que también puso en marcha la maquinaria de Ferraz para desacreditar al juez Juan Carlos Peinado. Según la periodista Patricia López, el PSOE trató de vincular la investigación al «caso Villarejo» y a una supuesta caza contra el presidente iniciada cuando este se presentó a las primarias de 2014.
López ha explicado que ella misma, junto al empresario Javier Dolset y la «fontanera» Leire Díez, entregó en Ferraz unos audios grabados en la sauna del suegro de Sánchez. Del otro lado de la mesa estaban Santos Cerdán, Juanfran Serrano y el director de comunicación del partido, Ion Antolín. Poco después, esos audios aparecieron filtrados en medios afines al Gobierno con la intención, afirma, de embarrar la imputación y presentar la causa como una persecución política.
Los audios existen desde la campaña interna de 2014 y, según López, ya entonces llegaron a manos de Eduardo Madina, quien se negó a usarlos en una «guerra sucia». En este contexto, pese a la supuesta cercanía entre Díez y Cerdán, López sostiene que la militante mantiene una relación más estrecha con José Luis Ábalos y que, desde su adolescencia, conoce a todos los secretarios de organización del partido.
