El ministro de Justicia de Brasil, André Mendonça, ordenó este martes a la Policía Federal investigar al periodista Hélio Schwartsman por una columna de opinión publicada en el diario Folha de Sao Paulo en la que «desea» la muerte del presidente Jair Bolsonaro.
El mandatario, de 65 años, anunció hoy que dio positivo en el test de nuevo coronavirus, tras presentar algunos síntomas de la enfermedad, como fiebre alta y dolores musculares, aunque, según dijo, se encuentra «perfectamente bien».
El jefe de Estado, uno de los mayores escépticos sobre la gravedad de la pandemia y quien ha contrariado en multitud de ocasiones las recomendaciones sanitarias de aislamiento, fue el protagonista de un controvertido artículo de opinión firmado por Schwartsman y titulado «Por qué deseo que Bolsonaro muera».
El periodista afirmó en la primera línea de la columna que «desea que el cuadro (de salud de Bolsonaro) se agrave y muera».
Mendonça pretende encuadrar el texto dentro de la Ley de Seguridad Nacional, en concreto por presuntamente violar el artículo 26 que castiga «calumniar o difamar al presidente de la República», entre otras autoridades, «imputándoles un delito o una ofensa a su reputación», bajo pena de uno a cuatro años de cárcel.
El titular de la cartera de Justicia subrayó que la libertad de expresión y prensa son derechos fundamentales, pero recordó que «son limitados por la ley».
Por su parte, el ministro de Comunicaciones, Fábio Faria, afirmó en una nota oficial que el artículo es un «ataque claro» a la institución de la Presidencia y «merece todo el repudio de los periodistas y de todos los poderes».
Desde que asumió el poder el 1 de enero de 2019, Bolsonaro mantiene un duro enfrentamiento con la prensa tradicional, a la que considera un «enemigo» y acusa de divulgar «mentiras» con la intención de derribar su Gobierno.
Para anunciar su positivo por COVID-19, el líder compareció en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia, apenas para un reducido grupo de medios de comunicación que él considera afines.
El presidente señaló que se encuentra «perfectamente bien» e informó que se está tratando con cloroquina, un antipalúdico cuyo eficacia contra la COVID-19 no está demostrada científicamente, pero que él defiende como un remedio seguro contra la enfermedad.
Brasil es el epicentro latinoamericano de la pandemia y el segundo país más golpeado por el coronavirus, después de Estados Unidos, al registrar 1,66 millones de contagios y cerca de 67.000 muertes, con 1.254 fallecidos en el último día.