La situación en el Sahel constituye una de las principales preocupaciones en materia de seguridad para el Gobierno de España. Considera que esta región africana en la que los yihadistas campan a sus anchas supone una «amenaza real» como emisora de terroristas e inmigración irregular.
Así se desprende del Informe de Seguridad Nacional 2023 elaborado por el Departamento de Seguridad Nacional (DSN) de la Presidencia del Gobierno. El documento destaca que «el Sahel es una zona prioritaria para España por el efecto que pueda tener sobre los países del Magreb y la posible extensión de los conflictos».
El DSN incide en «la necesidad de estabilizar dicha zona para evitar que grupos yihadistas puedan disponer de bases desde las que planificar acciones terroristas contra objetivos españoles y europeos».
Los países del Sahel, en particular Malí, Burkina Faso y Níger, son escenario desde hace años de una intensa actividad yihadista. Las filiales de Estado Islámico y de Al Qaeda en esta región de África figuran entre las más activas y mortíferas a nivel mundial.
Según el último Índice Global de Terrorismo, el Sahel es actualmente la región más golpeada, ya que suma casi la mitad del total de víctimas mortales (47% con casi 4.000). Y también el 26% de los ataques terroristas a nivel mundial. Entre el ‘top 10’ de países más castigados figuran cuatro de esta región —Burkina Faso (1), Malí (3), Nigeria (8) y Níger (10)—.
Denuncia que los militares que gobiernan estos países «están adoptando otras opciones para combatir al terrorismo, vinculados al uso desmedido de la fuerza». Se refiere a la presencia del Grupo Wagner en la zona.
Así las cosas, el DSN lamenta que «Occidente continúa disminuyendo su influencia, frente a una Rusia que se ha asentado como socio prioritario de Malí». Níger, anunció hace unos días que suspendía su acuerdo en materia de defensa con Estados Unidos, y el posible cierre de su base de drones en Agadez.
En este contexto, añade el informe, «los grupos armados no estatales continúan llevando a cabo ataques a gran escala contra objetivos civiles y militares». Por todo ello, el DSN advierte de que «la situación en el Sahel y su proximidad geográfica con España constituye una amenaza real«. Y cita tanto la posible salida de combatientes, como de terroristas que pueden servirse de estructuras y rutas de tránsito utilizadas por el crimen organizado.
