«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
«Será un caldo de cultivo para las mafias y la delincuencia organizada»

El Gobierno de Sánchez insiste en la construcción del macrocentro para refugiados de Vitoria pese a la oposición de los vecinos y de VOX: «Sólo traerá guetos e inseguridad»

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz. Europa Press

El Gobierno de Pedro Sánchez insiste en su proyecto de convertir Vitoria en uno de los principales puntos de acogida de inmigrantes ilegales con la construcción de un macrocentro para refugiados en la antigua residencia Arana.

La delegada del Gobierno en el País Vasco, Marisol Garmendia, intentó calmar la creciente oposición social asegurando que «no será un centro para delincuentes, sino para la acogida de personas refugiadas».

Durante su intervención en el Fórum Europa, Garmendia apeló a la «memoria histórica» y comparó la llegada masiva de inmigrantes con el exilio vasco tras la Guerra Civil o el terrorismo. También justificó el proyecto con el argumento de la baja natalidad, afirmando que la región necesitará 171.000 trabajadores en la próxima década, lo que —según su planteamiento— obliga a atraer más inmigración «para llenar todos los sectores económicos».

El macrocentro proyectado en Vitoria tendrá 350 plazas (el periodo de estancia previsto es de seis meses). Lejos de promover una integración real, este modelo masivo y rotativo ha generado inquietud y rechazo entre los vecinos, que no entienden que las instituciones les sigan ignorando.

VOX ha denunciado la imposición de este macrocentro de refugiados, «una decisión irresponsable tomada a espaldas de los vecinos que traerá consecuencias gravísimas para la seguridad, la convivencia y el bienestar de nuestra ciudad». Con 350 plazas —el mayor centro de acogida de toda España—, este centro está llamado a convertirse en un auténtico foco de inmigración ilegal, delincuencia e inestabilidad social«, ha señalado la formación.

«Vitoria no necesita un macrocentro, necesita seguridad, orden y una política migratoria seria. Este centro acogerá hasta 1.000 personas al año, muchas de las cuales, como ya ha reconocido la propia Diputación Foral, quedarán en situación ilegal tras ver denegado su asilo, engrosando las listas de quienes sobreviven a costa del sistema asistencial y de ayudas sociales, sin integrarse, sin aportar y en demasiados casos generando alarma entre los vecinos. Es una puerta abierta a la inmigración ilegal disfrazada de refugio humanitario«.

La formación reitera que este proyecto no traerá integración, «sino guetos, inseguridad y fractura social». «El modelo de concentrar a cientos de personas en un solo punto de la ciudad ha fracasado allí donde se ha aplicado. Los barrios y vecinos de Arana y Salburua están ya mostrando su rechazo, hartos de soportar las consecuencias de un sistema que castiga al vecino de a pie y privilegia al recién llegado. Este centro será un caldo de cultivo para mafias, tráfico de personas y delincuencia organizada. Lo sabemos, lo hemos visto en otras ciudades y no vamos a permitir que ocurra lo mismo en Vitoria. No vamos a quedarnos callados mientras se sacrifica la seguridad de nuestras familias en nombre de la Agenda 2030 y la inmigración masiva».

Además, —concluye VOX— el impacto económico es «inaceptable»: «Hasta 16 millones de euros para alimentar un modelo fallido, mientras nuestros mayores esperan una residencia, los jóvenes no pueden emanciparse y los autónomos se arruinan. Es inmoral. Este proyecto es una imposición ideológica diseñada para cambiar la realidad social y cultural de nuestras ciudades a espaldas de los ciudadanos. Y desde VOX no vamos a consentirlo».

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