El Gobierno de Sánchez ha lanzado un plan de choque para desatascar la regularización de miles de menores migrantes no acompañados (menas) que se encuentran en Canarias. La medida, centrada en la oficina de extranjería de la provincia de Las Palmas, busca agilizar la tramitación de cientos de expedientes que se acumulan en los despachos, muchos de ellos sin avanzar desde hace meses.
El programa arrancará este lunes y se extenderá hasta el 31 de mayo. Consiste en ofrecer incentivos económicos a los funcionarios que acepten prolongar su jornada laboral para tramitar los expedientes pendientes. Cada autorización procesada será remunerada con cinco euros adicionales, lo que representa un coste estimado inferior a 5.000 euros en total. Aunque esta tramitación extraordinaria no implica necesariamente la resolución definitiva de cada caso, sí conlleva iniciar formalmente el procedimiento y requerir a la comunidad autónoma la documentación necesaria.
Actualmente, en Las Palmas hay registrados más de 980 expedientes sin tramitar, de los cuales unos 840 corresponden a menas que superaron los 90 días de estancia sin haber sido documentados, una obligación que, ante la falta de actuación del Gobierno autonómico, recae directamente en extranjería. La situación, reconocida internamente por fuentes de la Administración, evidencia una grave congestión que pone en entredicho el cumplimiento de la ley.
Según datos oficiales, de los aproximadamente 5.800 menas acogidos en las islas, sólo 800 cuentan con permiso de residencia. La responsabilidad se reparte entre el Ejecutivo canario, que debe tramitar la documentación inicial, y las delegaciones estatales, que tienen la obligación de intervenir cuando los procedimientos no se inician a tiempo.
Desde la Delegación del Gobierno en Canarias aseguran que con este refuerzo extraordinario esperan solucionar el atasco antes de que concluya el mes de mayo. No obstante, el refuerzo se limitará a la provincia de Las Palmas, dado que en Santa Cruz de Tenerife, de acuerdo con fuentes internas, la situación no alcanza niveles de saturación preocupantes.
