El Gobierno no cree que la llegada masiva de inmigrantes ilegales a nado en los últimos días a Ceuta esté siendo fomentada desde Marruecos, según han asegurado fuentes gubernamentales, que ponen de relieve el buen estado de la relación con el reino alauí.
La ciudad autónoma ha experimentado en los últimos días la llegada de cientos de inmigrantes ilegales a nado, en una situación que ha recordado el caos vivido ante la avalancha migratoria ocurrida en mayo de 2021 cuando, en plena crisis diplomática con Rabat, se produjo la entrada de más de 8.000 personas de forma irregular alentadas entonces por las autoridades marroquíes.
Sin embargo, fuentes gubernamentales han negado que ahora esté ocurriendo lo mismo y han recordado la «buena colaboración en materia de lucha contra la inmigración» y el buen clima que existe con Marruecos en la nueva etapa que se abrió con el apoyo del Gobierno al plan de autonomía marroquí para el Sáhara en marzo de 2022.
La delegada del Gobierno en Ceuta, Cristina Pérez, reconoció este lunes que la ciudad vive una situación de presión migratoria «extrema», con una media de intentos de entrada de 500 personas de Marruecos y Argelia al día. Tan sólo este pasado domingo lo intentaron 1.500 personas.
Asimismo, detalló que la media de devoluciones al día oscila entre las 150 y las 200 personas, en virtud del convenio que permite a las autoridades españolas trasladar de regreso a su país a los varones marroquíes que llegan de forma ilegal a Ceuta.
Por su parte, el presidente de Ceuta, el popular Juan Jesús Vivas, ha reconocido este martes que la ciudad autónoma «a día se hoy ha agotado el presupuesto de todo el año» para la atención de menas, ante el incremento de llegadas en los últimos días.