«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El inicio de las vacaciones de verano vuelven con atascos

Los atascos, aunque no tan kilométricos como en otras ocasiones, han vuelto a las carreteras en las primeras horas de la tarde de este viernes, en coincidencia con el inicio de la operación especial de tráfico con motivo de la primera salida de las vacaciones de verano.

Así, según los datos se la Dirección General de Tráfico (DGT), pasadas las seis y media de la tarde las salidas de Madrid presentaban algunas complicaciones, sobre todo la A-3 a la altura de Villarejo de Salvanés y más adelante de Fuentidueña de Tajo, en sentido Valencia.

Mientras, la afluencia de coches retenía la circulación en la A-4 en Aranjuez hacia Córdoba; en la A-42 en Torrejón de la Calzada, y en la A-5 en Navalcarnero.

Ya en la provincia se Toledo, el tráfico era lento en la A-4 a su paso por Seseña en sentido Córdoba, y en la A-5 en Ventas de Retamosa hacia Badajoz.

En Barcelona, un accidente dificultaba el tránsito en la C-16 en Riba en ambos sentidos, y la circulación era lenta en la A-2 en Cervera y en la AP-7 en Martorell en las dos direcciones.

Por su parte, en la Comunidad Valenciana la A-3 sufría atascos a la altura de la localidad valenciana de Chiva, y la AP-7 en Godella, mientras que en Alicante, la A-31 estaba congestionada en Villena en sentido Elche.

Un accidente retenía a los coches en la A-8 en Ontón en sentido Santander y afectaba también a tramos de esta vía en la provincia vecina de Vizcaya.

Este año, la pandemia del coronavirus y la crisis económica ha impedido a la Dirección General de Tráfico dar una previsión de movimientos durante este verano. Esperará a ver cómo va julio para atreverse a vaticinar una cifra de viajes en agosto.

Mientras, recuerda que entre julio y agosto de 2019 se produjeron 91 millones de desplazamientos de largo recorrido, un millón más de los que se habían augurado.

El fin de semana que el año pasado inició el gran éxodo del verano, entre el 28 y el 30 de junio, hubo 4,4 millones de viajes. Si se suman los del 1 de julio, que fue lunes, se dispararon hasta los 5,8 millones.

Quizá nos aproximemos a esa cifra este fin de semana, sobre todo si tenemos en cuenta los desplazamientos que se contabilizaron desde las 15.00 horas del pasado viernes 26 de junio hasta las doce de la noche del domingo 28.

Fue el primer fin de semana de la nueva normalidad para todos y nos movimos bastante: 3,9 millones de viajes soportaron nuestras carreteras.

Lo que sí parece seguro es que la mayoría de conductores opten por quedarse en España estas vacaciones y que se realizarán muchos viajes cortos para el reencuentro con la familia y los amigos después de no haberse visto durante el confinamiento y el estado de alarma.

Tráfico tiene claro que serán días de celebración, posiblemente con comidas regadas con alcohol. Por eso, intensificará la vigilancia de su consumo y del de drogas al volante, como también se controlará la velocidad, ya que después de meses sin conducir, no es descartable una conducción «impulsiva».

Además de los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, la DGT cuenta con medios materiales para esa vigilancia, entre ellos 764 radares fijos (80 de ellos de tramo), 548 radares móviles, 12 helicópteros, 216 cámaras de control del cinturón y del teléfono móvil, 11 drones (tres tienen capacidad para denunciar) y 15 furgonetas camufladas.

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