El Gobierno español ha evitado hacer público el monto exacto de las donaciones realizadas a la controvertida UNRWA, la agencia de la ONU que opera en Palestina y que ha sido señalada por sus vínculos con Hamás.
Así, el Ejecutivo afirma desconocer la cantidad exacta destinada a esta organización, que ha sido catalogada como «terrorista» por el Parlamento israelí y vetada en ese país. A pesar de las acusaciones, España ha seguido financiando a la UNRWA, una postura contraria a la de otros países occidentales que suspendieron su apoyo tras los atentados del 7 de octubre de 2023, en los que murieron 1.200 personas y se secuestraron a 250, en lo que Israel ha denominado «la mayor masacre de judíos desde el Holocausto».
Documentos obtenidos por El Debate revelan que el Ministerio de Asuntos Exteriores no ha registrado oficialmente la cantidad de dinero transferida a la UNRWA desde 2019, aunque se señala que, desde 2001, España ha aportado más de 190 millones de euros. A pesar de la falta de transparencia sobre los fondos, el Gobierno de Pedro Sánchez ha defendido abiertamente a la agencia, subrayando su labor humanitaria y el apoyo que brinda a 2,2 millones de personas en Gaza que requieren asistencia urgente.
El propio presidente Sánchez ha sido un firme defensor de la UNRWA, llegando a anunciar en junio un paquete adicional de 16 millones de euros para la agencia, afirmando que su trabajo es fundamental. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, por su parte, ha insistido en la necesidad de crear un «Estado palestino viable», lo que ha generado tensiones diplomáticas con Israel. Hamás ha elogiado públicamente la postura del Gobierno español, lo que ha incrementado aún más el distanciamiento con otros aliados internacionales.
A pesar de las numerosas denuncias sobre la implicación de la UNRWA con actividades de Hamás, incluidos casos documentados de empleados vinculados al grupo terrorista, España ha sido el único de los principales países occidentales en mantener su financiación. La organización ha sido acusada de complicidad con Hamás, y en julio Israel publicó un informe señalando a 108 empleados de la UNRWA por su relación directa con la organización. Asimismo, imágenes aéreas del Ejército israelí mostraron el uso de instalaciones de la agencia en Rafah por parte de terroristas.