«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El obispo Juan José Aguirre recibe el Premio Internacional de Convivencia Ceuta

El obispo cordobés Juan José Aguirre, afincado en África desde hace más de 30 años, ha recibido esta noche, en un acto oficial, el décimo séptimo galardón del «Premio Internacional de Convivencia Ciudad Autónoma de Ceuta» por su labor social en la República Centroafricana.

El presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas (PP), se ha encargado de hacer entrega de la estatuilla conmemorativa al obispo de Bangassou, Juan José Aguirre Muñoz, en reconocimiento a la labor que ha realizado durante toda su vida en la República Centroafricana para «reconciliar etnias, culturas y religiones en un país arrasado por la guerra».

El acto ha tenido lugar en el Auditorio del Revellín, donde se han dado cita diferentes personalidades de la vida política, cultural y social de la ciudad.

La entrega se ha iniciado con la lectura del acta del jurado que decidió el pasado 21 de marzo otorgar este galardón al misionero español

El premiado Juan José Aguirre (Córdoba, 1954) lleva más de 30 años trabajando en la República Centroafricana, uno de los grandes olvidados del continente africano.

«La región de Bangassou, su Diócesis, es tan extensa como Andalucía y se encuentra en la frontera con la República Democrática del Congo, en una zona aislada, muy insegura y tremendamente complicada, en la que enfermedades como la malaria y el sida causan estragos. En su Diócesis conviven de forma pacífica ocho etnias diferentes, que hablan cada una su lengua», ha destacado el fallo del jurado.

Contra todas estas penalidades la Iglesia Católica, a través de la Diócesis de Bangassou, lleva años trabajando para tratar de erradicar unos males que las instituciones públicas no han podido.

El presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas (PP), ha destacado en la ceremonia de entrega que se ha otorgado el galardón a una persona «excepcional por su categoría humana que decidió unir su destino a los pobres y a los más necesitados y cuyo comportamiento es una apelación a la esperanza en un mundo mejor».

Vivas ha catalogado al obispo como un ejemplo de «humildad y fraternidad» y ha destacado que el Premio Convivencia de Ceuta «sigue teniendo sentido porque la convivencia en esta ciudad no es una realidad virtual sino algo palpable y cotidiano».

Por su parte, el galardonado ha agradecido el premio que ha recogido «por los 11.000 misioneros españoles que damos la vida por los más pobres», dedicando el mismo «a mi señor que es quien me da fuerza, a los miles de africanos, a mis hermanos, a mi familia y a mi madre Estrella, que fue quien me enseñó mis primeras oraciones».

Juan José Aguirre, cuya intervención ha sido muy aplaudida, también ha expresado su deseo de que África «rompa con el vicio de la corrupción y eche a los que buscan llevarse sus materias primas y doblegue las enfermedades endémicas para ser un continente de futuro».

El Premio Convivencia tiene periodicidad bianual y está dotado con 30.000 euros y una estatuílla de la escultora ceutí Elena Laverón y con él Ceuta reconoce a personas o instituciones, de cualquier país, cuya labor haya contribuido de forma relevante y ejemplar a las relaciones humanas, fomentando los valores de justicia, fraternidad, paz, libertad, acceso a la cultura e igualdad entre los hombres.

El premio, que comenzó siendo anual en 1999 y pasó a concederse cada dos años a partir de 2012, lo han recibido, entre otros, el ex presidente Adolfo Suárez, el misionero Vicente Ferrer, Mensajeros de la Paz, el escritor y filántropo Dominique Lapierre, el economista y Nobel de la Paz Muhammad Yunus o el escritor Mario Vargas Llosa, siendo la joven Malala Yousafzai, la única que no ha recogido personalmente el mismo al decidir no viajar hasta Ceuta.

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