El Partido Popular (PP) quiere recuperar en las próximas elecciones en el País Vasco y en Cataluña el protagonismo perdido en los últimos años y, para ello, está dispuesto a negociar con PNV y PSC si sus votos son determinantes para la gobernabilidad en esas regiones.
Fuentes de Génova aseguran que ya están explorando esas posibles alianzas postelectorales. Con el PNV sería más fácil, pero también valoran dialogar con el PSC, aun después de los pactos que los socialistas han alcanzado con los separatistas y tras la aprobación de la amnistía de la que, en teoría, los populares están en contra. «Ahora mismo el PSC no está en condiciones de cumplir nuestros requisitos«, matizan estas fuentes a El Confidencial.
El PP seguiría así la estrategia que ya ha aplicado otra veces en el pasado. Feijoo entregó sin condiciones hasta seis alcaldías en el País Vasco, incluida la de Vitoria; e hizo lo mismo en el Ayuntamiento de Barcelona con su apoyo al socialista Jaume Collboni.
En el País Vasco y según los sondeos, la opción de que PNV y PP sumen los 38 escaños de la mayoría absoluta es poco probable, pero, si se diese ese escenario, las condiciones del PP serían exclusivamente programáticas.
Y en Cataluña, la meta del PP, que confía en multiplicar su representación —ahora sólo tiene tres diputados— es demostrar que Salvador Illa tiene alternativa al pacto con el separatismo para apuntalar su gobierno. «En la dirección de Génova apuntan a que responderían a una hipotética llamada de los socialistas por ‘sentido de Estado‘, pero la primera condición ineludible sería la de ‘abandonar de forma inmediata todas las políticas vinculadas al procés'», asegura El Confidencial.
Aunque el candidato del PP en esta última región, Alejandro Fernández, parece más tajante y ha asegurado que «sólo valoraría un eventual apoyo si los socialistas rompen previamente todos sus acuerdos con el separatismo», en el PP insisten en que cualquier decisión deberá contar con el visto bueno de Feijoo.
