El Gobierno repite que la economía va bien, porque se muestra de manera positiva el subíndice de precios de la energía que es en lo que el Ejecutivo encabezado por Pedro Sánchez está poniendo todos sus esfuerzos para evitar que haya malestar social, con los 20 céntimos, el IVA de la energía y el tope del gas, para todos sin distinción.
El término izquierda caviar nace de la expresión francesa gauche caviar y hace referencia a los políticos de izquierda de clase social privilegiada en Francia que, tras considerarse herederos de la Revolución rusa, sólo conocen de Rusia el caviar. Hoy se utiliza mucho para referirse a aquellos que proclaman tener ideas de izquierda, pero que en realidad tienen una vida con todo tipo de lujos.
Los pisos de los ministros actuales rondan los 400 metros cuadrados, muchos tienen amigos y parientes colocados en el Ejecutivo o en los organismos autónomos, disfrutan de los placeres de viajar en el Falcon a Nueva York o a ver al Papa, hablan con palabras vacías de contenidos, pero que son parte de la moderna fatuidad del endeble mental que sólo sabe engolarse para intentar parecer intelectual, pero sobre todo se auto exculpan con leyes para poder dilapidar el dinero público y terminar en la cárcel.
Es esa izquierda que se ganó la palabra caviar al lado por su natural forma de disfrutar de los placeres que da sentarse en un ministerio, para sólo cometer tropelías, como sacar leyes de sí es sí que liberan a violadores y pederastas o para aprobar leyes que permitan golpes de Estado o que permitan la prevaricación desde la función pública mientras no te enriquezcas tú, aunque llenes las arcas de tus partidos.
Excepto el subíndice de precios de la energía no tienen ninguna alegría, hasta el INE que tienen controlado con su nueva presidenta comunica que la economía sólo subió un 0,1% en el tercer trimestre, cuando había dicho que había subido un 0,2%. En estadística esto es cometer un error del 50%.
El mismo instituto, que acaba de equivocarse en ese 50% y convencido estoy de que el error proviene de las prisas en suministrar buenas noticias, acaba de sacar a la chita callando los resultados del tercer trimestre del turismo español.
En 2019, el mejor año para el tuirsmo, en el tercer trimestre del año, el de las vacaciones de los españoles, estos realizaron 61,1 millones de viajes, siendo los más viajeros los madrileños con 12,7 millones de viajes, seguidos de los catalanes con 10,1 millones y en tercer lugar fueron los andaluces. Si no consideramos a los ceutíes ni melillenses en esta estadística, los que menos viajaron son los riojanos, los cántabros y los navarros.
En 2021, y en el mismo período de tiempo, los españoles realizamos 57,0 millones de viaje, menos de 4,1 millones que en el 2019 y de nuevo madrileños, catalanes y andaluces fueron los que más se movieron por el territorio español. Cuando todo indicaba que este verano parecía haber sido muy bueno, resulta que aparece la estadística del INE y le da un golpe de realidad las ministras de Turismo y de Economía, que cada día me recuerda más a Aznar, porque ella también necesita repetirse la frase de España va bien, no porque esté yendo bien, sino porque necesita convencerse y convencer a su jefe de que España funciona.
El asunto es que nos hemos quedado con un 0,5% menos que en 2021, pero en un 7,1% menos que en 2019. Con respecto a 2019, sólo crecen cinco regiones, Navarra con un 16,5%, la Comunidad Valenciana con un 2,2%, Murcia que lo hace con un 1,5%, y Cantabria y La Rioja que crecen un 0,3%.
Y que el turismo caiga un 0,5% reafirma que la economía no va bien y que este Gobierno caviar que necesita dar buenas noticias a los medios para sacar pecho y decir que España vuelve a ser el motor de Europa se está dando de bruces con la realidad.
El BCE con sus subidas de tipo de interés le va a frenar el consumo y, por ende, la economía, el freno de la economía va a hacer subir el paro, el gasto en desempleo… y las hipotecas con la subida del Euribor se van a encarecer en 300 euros al mes como mínimo.
La subida del salario mínimo interprofesional se va a llevar muchas pymes por delante y, aunque ellos se crean que la economía se puede salvar con «paguitas», el dinero se va a acabar y vamos a salir trasquilados, todos menos ellos, que seguirán siendo la izquierda caviar.
