Según los informes que aporta el sindicato de ertzainas ESAN, desde 2016 hasta 2023, los homicidios consumados y asesinatos en grado de tentativa se han triplicado (de 4 a 14) al igual que las riñas tumultuarias (de 91 a 296), y los delitos relacionados con el tráfico de drogas se han doblado. Por otro lado, los hurtos han pasado de 1.752 a 2.808 y las agresiones sexuales con penetración han crecido de 5 a 21, esto es, se han cuadruplicado (el doble de la tasa nacional).
En este sentido, las peticiones de prisión por parte de la Fiscalía en Guipúzcoa han crecido un 51% en un año y la mayoría de las solicitudes se deben a robos con fuerza y por tráfico de drogas. Esto ha conllevado a que vecinos de San Sebastián sientan una impunidad criminal que ha alcanzado su éxtasis en los últimos meses y que son conscientes de que por las calles campan los delincuentes reincidentes, muchos de ellos inmigrantes ilegales, que pasan por comisaría unas horas.
«Nunca hemos vivido algo así. Te roban en la playa, te pueden pegar un palo en la calle, te hacen el mataleón para quitarte lo que llevas. Ya no dejas que tu madre salga a sentarse en el banco por si la atracan, la tiran al suelo o le hacen daño. Primero tuvimos el terrorismo y ahora esta delincuencia», explica un vecino de San Sebastián. Asimismo, una dueña de una tienda del barrio de Egia afirma que «esta ciudad ha cambiado mucho y a peor». Denuncia que «ahora no puedes pasar por determinados sitios y temes por tus hijos ya que lo ves a diario: broncas, amenazas, violencia; y siempre son los mismos».