Endesa, que continúa con el proceso de desindustrialización y destrucción de la soberanía energética de España, ejecutó el pasado viernes la voladura de la tercera caldera de la central térmica de Andorra (Teruel), construida en los años 70, la última de las estructuras en pie de la planta. Es un paso más en el proceso de cierre y desmantelamiento de las centrales que está llevando a cabo la compañía.
La demolición de las tres calderas de la central, junto con la voladura de las tres torres de refrigeración y de la chimenea de 343 metros de altura, ha supuesto para la compañía un «hito» por el simbolismo de las estructuras y también desde un punto de vista técnico, según apuntó en un comunicado.
Para la demolición se utilizaron 340 detonadores y 620 kilogramos de explosivo, y se fijó un radio de seguridad de 400 metros. Además, la voladura de cada una de las calderas produjo alrededor de 10.000 toneladas de residuos metálicos.
La Central Térmica de Andorra constaba de tres grupos, con una potencia total de 1.100 megavatio. Cada uno disponía de caldera, turboalternador y torre de refrigeración. Completaban la instalación el parque de carbones y caliza, el sistema de evacuación de cenizas y escorias, la planta de desulfuración y la chimenea de 343 metros de altura para la evacuación de los gases de combustión. Durante sus cuatro décadas de actividad produjo 224.000 gigavatios-hora, equivalentes al consumo de electricidad peninsular durante un año.
VOX, el único que se opone: «El Gobierno de Sánchez ha traicionado a los aragoneses»
El vicepresidente primero del Gobierno de Aragón, Alejandro Nolasco (VOX), manifestó que «el Gobierno central ha traicionado a los aragoneses al renunciar a la soberanía energética». «Se consuma el golpe definitivo a uno de los mayores dramas que sufre la comarca de Andorra-Sierra de Arcos y la provincia de Teruel», agregó.
El también dirigente de VOX calificó la voladura de «tragedia», además de una «acción ilógica, déspota y alejada del todo de las necesidades energéticas de los aragoneses». «Es un Gobierno tóxico que prefiere comprarle el carbón a Marruecos, y dejar sin empleo y destrozar el PIB de la comarca de Andorra-Sierra de Arcos».
Así, Nolasco subrayó que «la transición justa es una auténtica mentira» porque «a cambio sólo han traído una masificación descontrolada de energías renovables que destrozan el paisaje y no generan empleo local». «Se lleva la energía a otras comunidades autónomas y ni siquiera reduce la factura de la luz de los vecinos», concluyó.
