El vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, ha eludido este miércoles el conflicto con Quim Torra a pesar de los reproches lanzados por el presidente catalán a ERC y ha exhibido el acuerdo sobre presupuestos alcanzado entre el Govern y los ‘comunes’ como una muestra de «consenso» y «diálogo» entre formaciones dispares.
Aragonès ha comparecido esta tarde ante la Comisión de Economía del Parlament para presentar las cuentas para 2020, las primeras desde 2017, después de que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, haya anunciado este mediodía que convocará elecciones en Cataluña una vez que el Parlament tramite las cuentas.
El vicepresidente del Govern ha evitado referirse durante prácticamente toda su intervención al anuncio de Torra y a las críticas del president a ERC para justificar el fin de la legislatura, y se ha limitado a subrayar la necesidad de sacar adelante el presupuesto, cuyo debate final se ha fijado para el 18 de marzo, que se aplazará en torno a un mes más en caso de que algún grupo solicite un dictamen al Consejo de Garantías Estatutarias.
Solo en un momento, al final de su intervención inicial, Aragonès ha asegurado que Torra tiene la «competencia» de convocar los comicios, y ha destacado que el presupuesto «ya no es de un Govern, sino del país», y ha comentado que el Govern «que desplegará este presupuesto será el que surja» de las elecciones.
Con todo, Aragonés ha reivindicado el acuerdo alcanzado con los comunes al comentar que los partidos del Govern y los comunes han sido capaces de dejar de lado sus intereses para pactar unos «presupuestos de país», y ha tendido la mano también al PSC y a la CUP para que haga suyo también dicho acuerdo. «No deberíamos tener miedo a participar de este presupuesto», les ha dicho.
Si bien Torra ha garantizado que las cuentas saldrán adelante, el viepresidente y conseller de Economía ha alertado de que una nueva prórroga presupuestaria llevaría «al colapso los servicios públicos» en Cataluña, y de que sería «una irresponsabilidad renunciar al potencial del presupuesto» para 2020, aunque en ningún momento ha especulado con que las cuentas puedan encallar.
Aragonès ha querido agradecer expresamente a los comunes, con los que los republicanos han cerrado un acuerdo para las cuentas del 2020, que hayan dejado de lado sus diferencias ideológicas y se hayan mostrado «predispuestos al diálogo» por «el objetivo común de la mejora de la vida de los ciudadanos».
En esta línea, ha destacado que el acuerdo alcanzado entre ERC, JxCat y los comunes sobre las cuentas evidencia que se han puesto «las necesidades del país por delante de los intereses de parte», y ha resaltado que él, como independentista, querría poder disponer de unos presupuestos de una Cataluña independiente, pero que «sería irresponsable desaprovechar los márgenes» que da el margen jurídico actual.
Aragonès ha comentado que el presupuesto para 2020 eleva el gasto en 3.070 millones de euros respecto a 2017 (+ 12,6 %), mientras que los ingresos crecen un 18 %, un total de 4.174 millones, gracias a la mejora de la recaudación.
El vicepresidente ha destacado que de 2010 a 2018 el Govern ha sido capaz de recortar el déficit un 89 %, y que estas cuentas también recortarán el peso de la deuda sobre el PIB en 1,3 puntos porcentuales.
Ha recordado también que las cuentas que esta tarde ha aprobado el ejecutivo catalán contemplan el aumento salarial a los funcionarios, la promesa de recortar el 30 % las tasas universitarias o la reforma de impuestos como Sucesiones y el tramo autonómico del IRPF, entre otras medidas.
Por su parte, Ciudadanos, PSC, PPC y CUP han mostrado este miércoles sus discrepancias, de distinta intensidad, al vicepresidente de la Generalitat y conseller de Economía, Pere Aragonès, en la presentación de sus cuentas en el Parlament.
El diputado del PPC Santi Rodríguez ha alertado de la pérdida de diputado de Torra puede influir en la validez de los acuerdos adoptados por la Cámara catalana.
En el turno de réplica de grupos parlamentarios, el diputado de Cs, Josep María Cano, ha mostrado su desagrado por unos presupuestos que en su opinión «ahogan a la clase media» y que siguen «la lógica del populismo y el separatismo», aunque no ha dado pistas acerca de si su grupo solicitará un dictamen al Consejo de Garantías Estatutarias, lo que retrasaría la aprobación de las cuentas.
