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LLEGAN MÁS DE 300 EN TRES DÍAS

El silencio mediático se impone ante las permanentes llegadas de ilegales a España

Varios inmigrantes se dirigen al Centro Temporal de Inmigrantes (CETI), mientras celebran el asalto de la valla de Melilla. Europa Press
Inmigrantes se dirigen al Centro Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla. Europa Press

Pese al silencio de la mayor parte de los grandes medios de comunicación, la inmigración ilegal no cesa en España. El goteo de llegadas es incesante: desde el viernes más de 300 inmigrantes ilegales han llegado a territorio español en embarcaciones que han alcanzado las costas de Andalucía, Región de Murcia, Comunidad Valenciana e Islas Canarias.

El fin de semana se saldó en el archipiélago con la llegada de tres embarcaciones, con más de 150 inmigrantes ilegales, que llegaron a la isla de Lanzarote. Todas las embarcaciones habían partido desde costas marroquíes, acorde a las diligencias de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado consultadas por este medio.

En Andalucía, las entradas ilegales se concentraron nuevamente en la provincia de Almería, donde durante el fin de semana desembarcó centenar y medio de inmigrantes ilegales, repartidos en decenas de embarcaciones provenientes de Argelia. En costas de Cádiz y Granada también las autoridades confirmaron la entrada de al menos 40 magrebíes. Más de 30 desembarcaron el viernes en Algeciras, tras ser interceptados por Salvamento Marítimo y otra decena lo hizo en Motril, a bordo de tres motos de agua. Todos desde Marruecos.

Las salidas desde territorio argelino también encontraron destino en la Región de Murcia y la provincia de Alicante. En Murcia se registraron durante el fin de semana la entrada ilegal de más de 80 inmigrantes ilegales, repartidos en nueve embarcaciones. Al mismo tiempo, a las costas alicantinas llegó una treintena de argelinos a bordo de tres embarcaciones.

La presión migratoria procedente del Magreb no cesa. Ni tan siquiera unas condiciones meteorológicas adversas en las Islas Canarias han servido para frenar la actividad de las mafias de la inmigración ilegal.

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