El periodista y el diputado de ERC mostraron su admiración por Ciutat Morta, la cinta que denunciaba la actuación de la Guardia Urbana.
Jordi Évole y Gabriel Rufián también jalearon al supuesto asesino Rodrigo Lanza, detenido en la investigación por el homicidio de Víctor Laínez el pasado viernes en Zaragoza. Tanto el periodista como el diputado de ERC presentaron al radical como un ejemplo tras ser condenado a cinco años de cárcel por dejar tetrapléjico a un agente de la Guardia Urbana.
En 2016, Rufián declaró su «admiración eterna» por Ciutat Morta, el documental que trató de lavar la imagen de Lanza tras su detención por dejar a un policía local en silla de ruedas.
Acepto el debate @xapo_, no las lecciones. Y por cierto, admiración eterna por Ciutat Morta. Saludos. @paullonch @Nachete_Chevo @eleptric
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) 9 de octubre de 2016
Por su parte, Évole defendió la inocencia de Lanza despueś de que TVE emitiera el citado documental. El periodista publicó un artículo bajo el título «Ciutat Morta (o cómo la mierda flota)».
Évole reprochaba a TV3 que no hubiera coproducido un documental que presentaba a Lanza como una persona pacífica y víctima de un montaje policial. De hecho, el periodista lamentaba que el agente que se quedó en silla de ruedas por la pedrada del antisistema no hubiese dado su testimonio a la cinta..
«Gracias Xavi y Xapo por mostrarnos otra versión de los hechos, la que se quiso silenciar, gracias por denunciar la tortura y por no estigmatizar a nadie por algo tan superficial como su estética», aseguraba. Según OKDIARIO, Évole explicaba que «los autores del documental están agotados pero satisfechos. Y no les debe faltar un puntito de rabia por todos aquellos, yo el primero, que hemos hablado tan tarde de los dramáticos, injustos y tristisimos que narra. Ojala hubiese querido participar todos los implicados: los ex alcaldes o los jefes y compañeros del policía que resultó gravemente herido, para contar todos los puntos de vista. Pero no contestaron a la invitación».
Las palabras de Évole sobre el caso, que recordemos terminó con un agente en silla de ruedas, chocan con sus explosivas declaraciones las escasas cargas policiales que tuvieron lugar durante el intento de golpe de Estado del pasado 1-0. La izquierda española vuelve a caer en esa doble moral que tanto utilizan dependiendo del signo ideológico de los agresores. Conviene recordar que, durante la jornada del referéndum ilegal, apenas se registraron heridos y ninguno de la gravedad del policía de Can Vies.
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