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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Fallece Carlos Dívar, presidente del CGPJ y del TS entre 2008 y 2012

Malagueño, de 75 años -cumpliría los 76 el próximo 31 de diciembre-, ingresó en la carrera judicial en 1969.


Carlos Dívar Blanco, presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo entre 2008 y 2012 ha fallecido esta madrugada después de una corta, pero letal enfermedad. Sus restos mortales han sido trasladados al Tanatorio de la M-30 de Madrid.
Malagueño, de 75 años -cumpliría los 76 el próximo 31 de diciembre-, ingresó en la carrera judicial en 1969, tras estudiar Derecho en la Universidades de Deusto y Valladolid. Ejerció como juez de instrucción en Castuera (Badajoz), Durango (Vizcaya) y Orgaz (Toledo). En 1979 obtuvo destino como magistrado en San Sebastián, donde pasaría apenas un año.
En 1980 se convirtió en titular del Juzgado Central de Instrucción 4 de la Audiencia Nacional, donde huyendo de los focos mediáticos, se forjó una fama de duro en la lucha contra ETA.
“En la década de los ochenta todavía Francia no había entendido que los detenidos de ETA no eran presos políticos y sentí la soledad, la soledad de que el flagelo terrorista era el gran problema que tenía España, que tenía nuestra sociedad, y que estábamos solos no sólo frente a Francia, sino que también los estábamos en el mundo”, declaró a EFE en una entrevista publicada en 2007 y en la que avanzaba que la siguiente amenaza a la que España tenía que hacer frente era la del terrorismo islamista.
En 2001 fue nombrado presidente de la Audiencia Nacional por el órgano de gobierno de los jueces que presidía Francisco Hernando, sucediendo en ese puesto a Clemente Auger; 5 años más tarde fue reelegido por unanimidad para un segundo mandato.

Se entendía con todos

Aunque Dívar era un hombre conservador y de profundas convicciones religiosas católicas -pertenecía a la Adoración Nocturna y era de misa diaria-, conservador y monárquico, su forma de ver la vida, sin embargo, no le impidió tender puentes de entendimiento con los que no la veían de la misma forma y ganarse su confianza.
Ese fue gran parte de su éxito al frente de la Audiencia Nacional y lo que le catapultó, en 2008, a la presidencia del CGPJ y del Tribunal Supremo. Fue el primero de los presidentes del órgano de gobierno de los jueces magistrado que jamás antes había formado parte de un órgano colegiado y que no era magistrado del Tribunal Supremo.
Su nombramiento se produjo a iniciativa del entonces presidente del Gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que contó con el plácet del jefe de la oposición, Mariano Rajoy Brey, si bien la elección formal la llevaron a cabo -por unanimidad- los 20 vocales que previamente había nombrado el Congreso y el Senado.

Cariño por el Rey Juan Carlos

Además, sentía un gran cariño personal por el Rey Emérito Juan Carlos y por entonces príncipe Felipe, a los que recibió siempre con una enorme sonrisa cuando visitaron el Palacio de Justicia que alberga al Tribunal Supremo.
El presidente Dívar, como todavía le llamaban sus más allegados, presentó su dimisión el 21 de junio de 2012 después de varias semanas de fuertes críticas en los medios de comunicación a cuenta de la publicación de los gastos de unos viajes a Marbella con cargo a los presupuestos del CGPJ.
Dívar siempre negó haber cometido “ninguna irregularidad ni jurídica ni moral”, según palabras suyas.
Tras su salida del órgano de gobierno de los jueces, renunció expresamente a la indemnización que le correspondía, la cual ascendía a 208.000 euros.
A lo largo de estos cinco años transcurridos, el presidente Dívar ha llevado una vida apacible y ordenada, rodeado de los suyos, hasta que esta enfermedad se lo llevó de forma inesperada.
 

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