«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Rebajan a 6 años la petición de pena para los yihadistas dispuestos a atentar

La Fiscalía ha rebajado de 7 a 6 años de cárcel su petición de pena para dos presuntos yihadistas que desde este lunes están siendo juzgados en la Audiencia Nacional y que se considera estaban «en un proceso avanzado de radicalización» y dispuestos «a realizar cualquier acto violento».

La fiscal de la Audiencia Nacional María Antonia Sáez ha modificado este martes sus conclusiones provisionales y de los 7 años de prisión que pedía para cada uno de los acusados -Ilyas Chentouf y Fouad Bouchihan- por integración en la organización terrorista Estado Islámico ha planteado que se les condene a 6 años de cárcel.
De considerar el tribunal que no cabe su condena por ese delito, ha propuesto además como penas alternativas: 5 años de cárcel por un delito de adoctrinamiento activo, 4 años por un delito de autoadoctrinamiento con la finalidad de integración o colaboración, o 3 años por un delito de enaltecimiento del terrorismo.
Por su parte, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), personada en esta causa, ha mantenido su petición de 7 años de cárcel por integración para ambos y se ha adherido a las alternativas propuestas por la Fiscalía, que considera que los dos se encontraban en fase de preparación para «cometer acciones violentas de corte terrorista».
Antes de la intervención de las acusaciones, han declarado como testigos o peritos los policías que intervinieron en la investigación y uno de ellos ha explicado que en el móvil incautado a Chentouf figuraba «cantidad de materiales relacionados con la formación e ideología del ISIS», así como «la obcecación sobre el martirio y la muerte», un hecho que, según el agente, «iba mas allá de la mera información».
También ha expuesto que en un chat el acusado hacía referencia al hecho de que «determinadas violencias no eran terrorismo, sino actos de venganza» y que estaría «preactivado para asociarse a la banda terrorista».
Ha asegurado que se pasaba mucho tiempo conectado a Internet, «lugar donde los ‘cibersoldados’ tienen que desarrollar sus actividades» y ha hecho referencia a los contenidos «peyorativos» encontrados en su teléfono hacia los chiítas, «vertiente del islám al que el ISIS pide asesinar».
Otro de los policías se ha referido a un vídeo intervenido a Fouad Bouchihan en el que aparece aleccionando a su hijo de dos años y le insta a repetir «Alá es Grande» y «El Estado Islámico permanece», un hecho con el que el agente se encontró por primera vez y que le pareció «extraño» al no estar grabado desde un lugar en conflicto.
Respecto a su actividad en las redes, ha considerado que era «favorecedora en propagar la actividad yihadista» y que todos los contenidos reproducidos en sus redes sociales estaban creados por el Estado Islámico.
Ha destacado que esos contenidos «no son de fácil acceso y hay que ir buscándolos interesadamente o haber sido facilitados por otra persona», puesto que muchos son eliminados de las plataformas.
El juicio quedará visto para sentencia este miércoles tras la lectura de informes de la Fiscalía y el resto de las partes y el turno de los acusados a ejercer su derecho a la última palabra.
 
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