El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, inauguraba esta mañana el Duero Wine Fest. Se trata de un congreso que reúne a expertos y profesionales durante dos días en el Palacio de Congresos de Salamanca. Los convocados reflexionarán sobre el futuro del sector, sus retos y sus oportunidades. En el acto, García-Gallardo afirmaba que «el vino es uno de nuestros ‘petróleos’ y lo vamos a seguir apoyando». De este modo gráfico ha resumido esta mañana la importancia que este sector tiene para la economía regional y el compromiso del Gobierno autonómico.
El Congreso busca también poner de manifiesto la fecunda relación entre el río que le da nombre y los vinos de Castilla y León. En concreto, 13 de las 16 denominaciones vitivinícolas de la Comunidad se asientan bajo la influencia del Duero. No se trata sólo de Ribera del Duero, sino también de otras como Rueda, Toro, Cigales, Arribes o León.
«El vino del Duero es sinónimo de calidad. Y por eso nuestros vinos son ya líderes en cuota de mercado en España, por delante de La Rioja», resaltó. Esa vinculación con la calidad se ve reforzada por el hecho de que el 90 % de la superficie dedicada a viñedo está amparada por una figura de calidad, y el 95 % del vino que se comercializa lo hace bajo el paraguas de algunas de las 16 denominaciones de origen, o por la IGP Vino de la tierra de Castilla y León.
«Vamos a intensificar los esfuerzos de promoción de los vinos de calidad de la Comunidad en ferias nacionales e internacionales», anunció García-Gallardo. «Lo que hemos logrado es importante, pero no nos conformamos».
El vicepresidente anunció también que el Gobierno autonómico firmará nuevos convenios de colaboración con denominaciones de origen de la Comunidad «para hacer la vida más fácil a los viticultores». Se trata de convenios similares al ya firmado con la denominación Ribera de Duero en diciembre, y cuya finalidad es unificar los registros de la Junta y de los Consejos Reguladores para evitar problemas administrativos. Tras Ribera, se está en negociación con El Bierzo y otras denominaciones de origen están interesadas.
El vicepresidente de la Junta resaltó la importancia del vino como uno de los pilares de la economía regional. Y es que cuenta con una facturación que supera los 1.000 millones de euros, 84.000 hectáreas de viñedo, 750 bodegas y 33.000 empleos.
«Lo más importantes es que casi la mitad del empleo son puestos de trabajo directos y asentados en el medio rural, sin riesgo de deslocalización», resaltó García-Gallardo.
