La Benemérita señala a la número dos de la lista de ERC, Marta Rovira, y al expresidente Artur Mas como las personas que «diseñaron y dirigieron» el golpe de Estado.
La Guardia Civil considera que para el plan de «conflicto y ruptura» de los separatistas era «deseable» que en el «pseudoreferéndum» del 1-O hubiese escenas de «odio, resistencia, intimidación y violencia», porque su «estrategia de manipulación» las contemplaba para acusar a España de «represión».
Así lo sostiene la en un informe en el que resalta que el llamamiento que hicieron entidades secesionistas como Òmnium Cultural o la Asamblea Nacional Catalana (ANC) a resistir en los puntos de votación del 1-O «puso en peligro a los agentes de seguridad y también a los propios ciudadanos».
En el informe, remitido al magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que mantiene en prisión a los exconsejeros Oriol Junqueras y Joaquim Forn y a los líderes de ANC –Jordi Sánchez- y Òmnium Cultural –Jordi Cuixart-, la Guardia Civil resalta que los Mossos d’Esquadra incumplieron la orden judicial de impedir el referéndum del 1-O, con una «inacción generalizada» que obedeció a un «plan orquestado». «Ante el incumplimiento de esa orden, fueron las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado las que procedieron a intervenir, produciéndose escenas de odio, resistencia, intimidación, amedrentamiento y violencia, que la estrategia de manipulación contemplaba que los actores independentistas las hiciese suyas para acusar internacionalmente al Estado de represión», sostiene el informe.
«En realidad -añade la Guardia Civil-, para los actores independentistas, y de acuerdo al ‘planning’ recogido en el EnfoCATs -un documento que detalla la hoja de ruta separatista), era algo deseable que ocurriese dentro de su objetivo de confrontación, conflicto, desobediencia y ruptura». Para la Guardia Civil, durante la jornada del 1-O se evidenció el «poder de convocatoria» de Òmnium Cultural y la ANC, que llamaron a «resistir» en los colegios electorales, lo que «puso en peligro a los agentes de seguridad y también a los propios ciudadanos».
«De hecho, las órdenes dimanantes de estas entidades independentistas tuvieron más peso que las dimanantes del propio Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) a la hora de la actuación de los Mossos d’Esquadra el 1-O», apunta en relación a la jornada de votación «ilegal», que califica de «pseudoreferéndum».
Destaca el papel de Forcadell en el delito rebelión
El informe de la Guardia Civil al juez destaca cómo el papel de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y de los miembros de la Mesa fue imprescindible para que se desarrollase la estrategia concertada hacia la rebelión independentista.
Se encabeza citando los delitos de rebelión, sedición, malversación, prevaricación y desobediencia y cita expresamente a todos los miembros de la Mesa en relación con ellos. Así, el informe señala que «el Gobierno de Carles Puigdemont no habría dado los pasos que dio si la Mesa del Parlament no hubiese permitido tramitar y votar las leyes de desconexión«, y ello a pesar de las resoluciones del TC prohibiéndolo y de las advertencias de los letrados del Parlament en ese mismo sentido.
«Una vez producida la desconexión y generado el conflicto los actores independentistas, continuaron con su hoja de ruta», continúa el informe: «De este modo, el Govern organizó y el Parlament amenazó primero y declaró después la independencia unilateral de Cataluña, pero siempre contando con movilizaciones sociales», añade.
El informe cita personalmente a Forcadell y a Lluís Corominas, Ramona Barrufet, Anna Simó y Lluís Guinó, además de a Josep Nuet. Llarena impuso una fianza de 150.000 euros a Forcadell para dejarla en libertad, y de 25.000 euros a los otros cuatro miembros secesionistas de la Mesa del Parlament. No adoptó ninguna medida cautelar contra Joan Josep Nuet (CSQP), el único de ellos que votó en contra de tramitar la declaración de independencia del pasado 27 de octubre.
Mas, Rovira y Forcadell deseñaron y controlaron el golpe
La Benemérita señala además a la número dos de la lista de ERC, Marta Rovira, al expresidente catalán Artur Mas y al resto de miembros del llamado Comité Estratégico como las personas que «diseñaron, orientaron, dirigieron y controlaron» la implantación del plan de secesión, el golpe de Estado.
Afirma que los integrantes del Comité Estratégico no solo controlaron la implementación de «sus planes para la creación de un estado soberano», sino que también «movilizaron los recursos humanos y materiales para ello».
Este comité apareció mencionado en el documento EnfoCat y estaba formado también, entre otros, por Anna Gabriel, Núria Gibert, Lluís Maria Corominas, Marta Pascal, Mireia Boya, Neus Lloveras, Carles Vives Pi i Sunyer, Neus Munté, además de los Jordis, Carme Forcadell, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. «Todos ellos fueron copartícipes de diseñar la estrategia que debía conducir a la independencia», dice.
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