La Asociación Española de Guardias Civiles defiende que «estos delincuentes llevan semanas campando a sus anchas, porque son conscientes de que los guardias civiles del Campo de Gibraltar estamos otra vez solos».
La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) considera que «el tiroteo registrado este miércoles en la barriada El Saladillo, de Algeciras (Cádiz), es un paso más en el incremento de la agresividad de las bandas de narcotraficantes».
Los agentes sostienen que «a lo largo de estos últimos meses la tensión en la comarca del Campo de Gibraltar ha vuelto a aumentar».
Alegan que este incremento se produce «aprovechando que opinión pública, medios de comunicación y autoridades políticas mirábamos para Cataluña y concentrábamos allí una parte de ese personal que había estado reforzando la lucha contra el narcotráfico y que había permitido unos meses de relativa calma en la comarca».
La AEGC defiende que «estos delincuentes llevan semanas campando a sus anchas, alijando impunemente en nuestra costa porque son perfectamente conscientes de que los guardias civiles de la comarca del Campo de Gibraltar estamos otra vez solos».
Han vuelto, añaden, «con más violencia, como lo demuestra el tiroteo de este miércoles, en el que uno de nuestros compañeros ha resultado herido».
Insisten en que no es un «hecho aislado» y aluden a una intervención de la pasada semana en la que un presunto narcotraficante detenido llevaba «dos armas que afortunadamente no tuvo tiempo de utilizar».
Denuncian que «ellos se arman y, mientras, los guardias civiles seguimos sin contar con chalecos antibalas individuales, de nuestra talla y operativos».
El colectivo policial insiste en que el Campo de Gibraltar «hace años que necesita un incremento considerable de plantilla para poder combatir el narcotráfico con eficacia».
Uno de los tres supuestos narcotraficantes que participaron en el tiroteo, en una operación en la que han sido intervenidos 2.800 kilos de hachís, ha sido plenamente identificado, según ha confirmado la Policía.
La Policía ha explicado que la operación policial, en la que resultó herido de bala en una pierna un agente de la Guardia Civil, ha conducido con la aprehensión de 92 fardos de hachís, con un peso aproximado de tres toneladas.
La droga estaba en una vivienda ubicada en la barriada del Saladillo en Algeciras en la que los tres supuestos narcotraficantes se atrincheraron durante varias horas, tras el tiroteo, y de la que lograron fugarse escurriendo el amplio despliegue que la Policía y la Guardia Civil habían establecido en la zona.
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