Hace un año falleció Jesús Quintero en Ubrique. El 3 de octubre de 2022 se hizo el silencio en la televisión del ruido, que tan poco gustaba al artista onubense. Raúl del Pozo dijo entonces que se moría en España el último de sus periodistas genuinos, uno «más raro que un perro verde». El «loco de la colina» marcó durante años un estilo periodístico y nunca defendió otra cosa que la libertad.
Primero en la radio y después en la televisión, aunque ambas cosas no eran más que la prolongación de sus silencios, Quintero marcó un estilo único. Este maestro de periodistas destacó en algunos formatos como «El perro verde», «Ratones coloraos» o «Cuerda de presos». En ellos descubrió la riqueza de una España profunda.
De las entrevistas de Quintero salieron grandes personajes. Del mármol bueno el escultor cincela bellezas, y del diálogo sacó Quintero inmejorables entrevistados como «El Risitas», «El Peíto» o «El penumbra». En su teatro de Sevilla charló con Silvio —«el primer rockero andaluz», como lo llamaba Pablo Carbonell—, con Antonio Gala, con Serrat, Saramago, Maradona y hasta con Shakira. El genio andaluz recorrió la palestra de nóbeles, cantantes, escritores y demás personajes de la farándula nacional.
Estos días, con motivo del primer aniversario, su pueblo San Juan del Puerto ha elaborado un programa para homenajear al periodista. Su hija Andrea, que ha escrito un libro recordando las anécdotas más destacadas de Quintero, ha asegurado: «Creo que si él estuviera no podría elegir entre sus entrevistados, pero le encantaba la gente de los márgenes, los locos, los bohemios, los libertarios y por supuesto los filósofos». En un tiempo de tertulias comerciales y «cuentos chinos», recordar la silenciosa filosofía de Quintero es una obligación.
