Según revela El Confidencial, varios funcionarios del Centro Nacional de Inteligencia, (CNI) están siendo investigados por una juez de Plaza de Castilla tras haberse descubierto que presuntamente filtraron información clasificada como secreta a Estados Unidos, un delito que de demostrarse estaría penado con entre seis y doce años de prisión. Según el mismo diario, además, el Gobierno de Pedro Sánchez habría intentado que este hecho no trascendiera a los medios de comunicación.
Aunque ninguna fuente del propio CNI ni de la Embajada estadounidense ha querido confirmar esta información, al parecer el malestar en Moncloa es palpable, por el hecho de que un país aliado haya reclutado a agentes españoles en lugar de solicitar la información por los cauces institucionales habituales.
A pesar del enfado del Gobierno, se ha optado por tratar de mantener un perfil bajo con este asunto, por la importancia que tiene Estados Unidos en las relaciones bilaterales de España, y también por la debilidad de las relaciones de nuestro país con el país en estos momentos, tras los ataques del Ejecutivo a Israel y la felicitación de Hamás a Pedro Sánchez.
