El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, contrató como directora general responsable de programas a María Cristina Álvarez Rodríguez, asesora de su esposa, Begoña Gómez, poco después de asumir el cargo en el Palacio de La Moncloa.
Esta designación llevó a un aumento significativo en su salario en comparación con los titulares anteriores del puesto, según detalla este viernes El Debate.
Elvira Fernández, esposa de Rajoy, contaba con un consejero técnico del gabinete de Presidencia del Gobierno con rango 28, mientras que Sonsoles Espinosa, esposa de José Luis Rodríguez Zapatero, tenía una asesora con rango 30. Estos cargos tenían salarios aproximados de 50.000 euros anuales debido a las políticas de austeridad implementadas durante la crisis económica. En cambio, los directores generales, como María Cristina Álvarez Rodríguez, tienen salarios que oscilan entre 90.000 y 110.000 euros anuales, el doble de lo que ganaban sus predecesores.
Recientemente, la labor de la asesora ha involucrado gestionar pagos a la cátedra de la Universidad Complutense de Madrid dirigida por Begoña Gómez. Utilizó el correo electrónico y el teléfono móvil personal de la esposa de Sánchez para estas gestiones. Según El Confidencial, Álvarez Rodríguez facilitó la obtención de un contrato de 7.000 euros para la Complutense el mismo día que comenzó un máster en noviembre de 2020. Además, ayudó en la tramitación de contratos públicos para promocionar títulos de posgrado en redes sociales.
Juristas consultados por El Debate sugieren que las acciones de Álvarez Rodríguez podrían constituir malversación de fondos públicos, un delito penado con hasta seis años de prisión. Argumentan que estas acciones no beneficiaron a Presidencia del Gobierno, para quien trabaja, sino que favorecieron los negocios personales de la esposa del presidente, todo ello mientras recibía un salario público.