La Audiencia Nacional ha publicado esta mañana una nueva orden de detención contra los exjefes de ETA Javier García Gaztelu —conocido como ‘Txapote’—, Ainhoa Múgica, Juan Antonio Olarra Guridi y Juan Luis Rubench, por su presunta implicación en el asesinato de Francisco Querol, magistrado del Tribunal Supremo. Así lo acuerda el juez Santiago Pedraz en un auto, tras recibir un informe de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional en el que se acredita que el atentado con coche bomba que acabó con la vida del juez, en octubre de 2000, fue decidido de forma unánime por la cúpula de ETA.
Como ha informado La Gaceta esta mañana, un informe de la Comisaría General de Información ha señalado a la cúpula de la banda terrorista como artífice de todos los asesinatos, en lo que los servicios de inteligencia consideran una «organización piramidal» regida por «una férrea disciplina». Así, con la novedad de este informe, el juez Santiago Pedraz ha decidido cursar la orden europea de búsqueda y captura. Los motivos del magistrado son las acusaciones que pesan sobre ellos como de promotores de banda armada u organización terrorista y como cooperadores necesarios de un delito de asesinato terrorista.
Esta, por tanto, es la primera vez en que el magistrado de la Audiencia Nacional apoya la tesis defendida por la asociación de víctimas Dignidad y Justicia. Nunca antes el magistrado había recurrido a la presunta responsabilidad de la cúpula de ETA también como autores mediatos del crimen. Pero el informe de inteligencia cambia la situación, ya que involucra a los líderes de la banda terrorista en todas las decisiones criminales. Txapote daba las órdenes desde Francia.
Precisamente esto recoge el auto del juez Pedraz: «La dirección del llamado aparato militar de la organización terrorista ETA en la época de los hechos estaba presuntamente formada por Javier García Gaztelu, Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Múgica Goñi». «Los dirigentes de la organización terrorista ETA que ejercieron la máxima responsabilidad sobre el comando Buruahuste desde la clandestinidad en Francia», zanja el magistrado.
