Los españoles atrapados en Israel están denunciando el desamparo que sufren por parte de la Embajada, que tres días después de los ataques de los terroristas de Hamás a territorio israelí no les da información ni soluciones para volver y les insta a contactar con las compañías de vuelo.
Es el caso de Marcelino, un español que viajó desde Barcelona el día 1 de octubre a Israel —con escala en Roma— con su esposa y tenía comprado el billete de vuelta para el pasado domingo. Con el estallido de la guerra su vuelo directo desde Tel Aviv hasta Barcelona fue cancelado. Adquirió por más de 600 euros otros dos billetes para este martes con la compañía Vueling, pero tampoco han podido volar. El matrimonio se ha visto obligado a regresar al hotel en el que estaba alojado hasta encontrar una solución. «El coste es de 240 euros por noche», declara a LA GACETA.
«El Consulado sólo nos dice buenas palabras, pero sin soluciones. Nos dicen que hablemos con la compañía de vuelo», reitera Marcelino, antes de elogiar la gestión de las embajadas de Italia, Polonia, Francia, Portugal o Brasil, que ha enviado seis aviones de la Fuerza Aérea para evacuar a 900 brasileños.
«La Embajada italiana instaló una carpa en el propio aeropuerto para atender a sus compatriotas, a los polacos y a los portugueses también les han dado soluciones, nosotros seguimos aquí», subraya Marcelino, que incide en que los distintos gobiernos «se están preocupando por los suyos» menos el español. «Soy un ciudadano que pago mis impuestos, y no son pocos, y creo que tengo el derecho de que en casos como este el Gobierno se preocupe. Los españoles estamos perdidos».
Ante la indignación y el temor de los españoles en Israel, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha anunciado este martes —tres días después del inicio de la guerra— que el Gobierno prepara el envío de un avión militar para evacuar a quienes se encontraban en el país por turismo o trabajo, aunque se desconoce cuando se mandará.
