La militante del PSOE, Leire Díez, conocida por su papel como enlace en operaciones sensibles del partido, expresó al comandante de la Guardia Civil Rubén Villalba la profunda preocupación de la formación socialista ante la información aún en poder del empresario Víctor de Aldama. En una reunión mantenida el pasado 10 de marzo en un restaurante de Leganés, Díez solicitó al mando que aprovechara su buena relación con Aldama para convencerle de no seguir revelando datos comprometedores sobre altos cargos del partido.
Según las actas de los encuentros elaboradas por el propio Villalba, Díez insistió en que «por todos los medios hay que conseguir que no siga tirando de la cuerda. Sería contraproducente. Bajo ningún concepto pueden salir determinadas informaciones». El comandante de la Guardia Civil, que documentó cada detalle, escuchó atentamente y aparentó colaboración mientras grababa las conversaciones.
A cambio, Díez le prometió una «rehabilitación profesional» dentro del Cuerpo y el impulso de una estrategia orientada a desactivar el proceso judicial que le afecta, asegurando que contaba con el respaldo de la Policía Nacional y de la propia Fiscalía para llevar a cabo estos planes. Además, Díez subrayó que actuaba en representación de «los de arriba del Gobierno, que quieren atacar a la UCO», por lo que también reclamó al comandante información interna para «desmontar» la cúpula de la Guardia Civil y «limpiar» de «elementos subversivos» áreas clave como la Policía Judicial o la Jefatura de Información.
Finalmente, en relación con el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, la «fontanera» de Ferraz transmitió que cuenta con «plena confianza» de la estructura del partido, asegurando que no caerá pese a cualquier filtración que le pueda afectar.
