La Delegación del Gobierno en Ceuta ha confirmado este domingo el «cierre intermitente» de la frontera del Tarajal ante el acercamiento de cientos de inmigrantes al perímetro fronterizo en Marruecos. La decisión ha sido tomada en colaboración «absoluta» entre los gobiernos español y el marroquí, que desde hace días colaboran para contener la inmigración irregular.
La Delegación, que desconoce actualmente el número exacto de personas que trata de acceder a la ciudad, cree que el cierre y la apertura de la frontera continuará durante toda la jornada, hasta que los grupos de inmigrantes subsaharianos y magrebíes abandonen las inmediaciones de la frontera.
El responsable del Observatorio Norte de Derechos Humanos, Mohamed Ben Issa, explicó que el blindaje de Castillejos comenzó a producirse en agosto, cuando se incrementaron los intentos de cruzar a España desde la localidad marroquí. «La ciudad de Castillejos está sujeta a una estricta vigilancia de seguridad, además de la presencia de varios puntos de control. Las autoridades de seguridad no han descuidado colocar cuatro kilómetros de barreras de hierro a lo largo de la playa para mantener alejados a los jóvenes que sueñan con una inmigración irregular», declaró Ben Issa.
Además de los agentes de seguridad, Castillejos se llenó este sábado de periodistas, y algunos de ellos han denunciado haber sido objeto de acoso, violencia e insultos durante la cobertura del intento de emigración masiva desde la localidad.
