La Fundación Disenso presentará este miércoles en Bilbao «Claves de la influencia del PNV en la política nacional», un informe del periodista Javier Pagola en el que se analiza la influencia de esta formación en el panorama político nacional desde la Transición por dos causas: la presión y el chantaje de ETA –de la que sale como gran beneficiado– y la dejadez o claudicación de los grandes partidos.
El acto, que se celebrará en el hotel Ercilla, contará con la participación de Ana Velasco, hija del Comandante de Caballería asesinado por ETA Jesús Velasco, y de Amaia Martínez, diputada de VOX en el Parlamento vasco, y estará moderado por Eduardo Fernández Luiña, Jefe de estudios de la Fundación Disenso.
El documento señala que el triunfo que logró el PNV en la batalla por el autogobierno no fue consecuencia de su representación electoral, sino que obedeció a la decisión del Gobierno de UCD de privilegiarle en exceso pensando que «serviría de contención al embate terrorista».
Asimismo, recuerda que el PNV ha rechazado siempre la vía policial para acabar con el terrorismo, consciente de que con ETA derrotada la Administración Central dejaría de privilegiar al nacionalismo vasco. Y añade que el PNV sólo se ha opuesto a negociaciones cuando se ha visto excluido de los contactos –pactos directos ETA-Gobierno central– y que su gran temor era que en las negociaciones sólo se hablara de paz y no de las reivindicaciones políticas que compartía con la banda terrorista.
El autor muestra un recorrido que afecta a todos los gobiernos de la democracia e incide en las cesiones importantes de José María Aznar en 1996, como la ampliación del concierto económico, cuando ni siquiera necesitaba los votos del PNV, o las palabras del expresidente del PNV Xabier Arzalluz, que llegó a reconocer que Aznar hizo más por ellos «en catorce meses que el PSOE en trece años». También en la cesiones de José Luis Rodríguez Zapatero y del Gobierno de Mariano Rajoy, «que accedió a un nuevo cálculo del cupo vasco hasta 2021 que beneficiaba a los intereses de la autonomía vasca en perjuicio del resto de comunidades».
Las cesiones, agrega, se mantienen con Pedro Sánchez, que durante su investidura calificó al PNV como «socio preferente» y que firmó un documento con ellos que plantea –con lenguaje ambiguo– la transferencia de numerosas competencias de gran calado político como la «negociación y traspaso» al País Vasco «de las competencias estatutarias pendientes» o «impulsar la oficialidad de las selecciones vascas».
