“Respetamos, aunque no compartimos, los argumentos que han llevado a los magistrados a considerar que no hubo delito de terrorismo”, afirman desde la AEGC.
La Audiencia Nacional ha decretado el ingreso en prisión sin fianza para cuatro condenados por la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en la localidad navarra de Alsasua en 2016 al estimar que existe riesgo de fuga.
Cuatro días después de que se hiciese pública la sentencia por estos hechos, la sección primera de lo Penal ha acordado, a petición de la Fiscalía y de varias acusaciones, enviar a la prisión de Soto del Real (Madrid) a Jon Ander Cob, Julen Goikoetxea, Aratz Urraizola e Iñaki Abad. Los cuatro atacantes fueron sentenciados a penas de entre 9 y 13 años de cárcel, y con ellos ya son siete los condenados por la agresión de Alsasua que se encuentran en prisión antes de que la sentencia sea firme, en tanto que otros tres llevan encarcelados en Soto del Real año y medio.
Una sentencia que la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) “acata y respeta”, pero tras la que advierte que “es necesario un cambio en la consideración de los miembros de las Fuerzas de Seguridad para que las agresiones que sufrimos a diario no queden impunes”. “Somos autoridad, no agentes de la autoridad”, señalan.
Para la AEGC, la condena impuesta por la Audiencia Nacional a los agresores de Alsasua “podría haber sido superior si no se nos considerara simples agentes de la autoridad”. Esto es algo que los agentes vienen reclamando desde hace años “como una medida de freno al aumento de las agresiones que sufrimos”.
“Respetamos, aunque no compartimos, los argumentos que han llevado a los magistrados a considerar que no hubo delito de terrorismo”, afirman los agentes, que recuerdan que “el acoso al que son sometidos nuestros compañeros en Alsasua y otros municipios de Navarra y el País Vasco son un reflejo del odio con el que tratan a los guardias civiles y a sus familias, como demuestra que las novias de los agentes hayan tenido que abandonar el municipio”.
Destacan, no obstante, que la Audiencia Nacional “coincide con AEGC al afirmar que los hechos se produjeron en un ambiente de animadversión y menosprecio hacia la Guardia Civil y por motivos claramente ideológicos“. “Desde nuestra asociación llevamos mucho tiempo denunciando el acoso que sufren nuestros compañeros en algunos municipios navarros y vascps, donde los intolerantes cachorros de ETA siguen imponiendo sus ideas con la fuerza y la intimidación”, afirman.
También quieren resaltar que los magistrados “han dejado muy claro que los hechos juzgados no fueron una pelea de bar como pretendían hacernos creer las defensas. Una sentencia en la que además se destaca que la gravedad de los hechos fue ‘notabilísima’ por la ‘actitud de brutalidad adoptada por los acusados y el hecho de que las víctimas no fueran auxiliadas’”.
Los agentes coinciden en destacar “la profesionalidad de nuestros compañeros al no responder a las agresiones” y, en cuanto a las penas, desde AEGC consideran que “no son excesivas, ya que se trata de la suma de varios delitos”. “Insistimos, si los guardias civiles tuviéramos la consideración de autoridad y no de agente de la autoridad, las condenas habrían sido mayores”, añaden.