La mayor fábrica de insectos de todo el mundo llega a España. Salamanca acogerá el proyecto de la compañía Tebrio, que prevé fabricar 100.000 toneladas anuales de productos a partir de estos animales, presentes en multitud de artículos a pesar de que muchos usuarios lo desconozcan. Desde piensos para ganado hasta cosméticos, pasando por fertilizantes agrícolas, medicinas o tejidos, el tenebrio molitor, conocido popularmente como gusano de la harina, se perfila como un recurso que la UE ya ha aprobado para usar en panes y dulces.
El plan de Tebrio no se detiene en Castilla y León: la empresa salmantina contempla la creación de instalaciones similares en distintos países fuera del entorno europeo. Su tecnología, protegida por patente en 150 países, ha sido diseñada para garantizar procesos eficientes, sostenibles y adaptables a diferentes contextos productivos, ya sean entornos rurales o urbanos, en cumplimiento de la Agenda 2030 y el Pacto Verde Europeo.
Más allá del enfoque industrial, cabe destacar que las élites de Bruselas respaldan desde hace tiempo la incorporación de insectos a la dieta humana. Argumentan que estos organismos son una fuente concentrada de nutrientes: «Aportan proteínas de alta calidad, grasas saludables, minerales, vitaminas y fibra. Además, su cría requiere muchos menos recursos que la ganadería convencional, lo que la convierte en una alternativa ecológicamente responsable», han defendido.
Según expertos afines con estas agendas ampliamente rechazadas por la sociedad, el sabor del gusano de la harina «es uno de sus principales atractivos». «Se lo describe como delicado y con reminiscencias a frutos secos, similar al de la avellana. En algunos países ya se comercializa como ingrediente en barritas energéticas, mezclado con avena para el desayuno o añadido a ensaladas y caldos».
Tras la creación y puesta en marcha de la fábrica de este y otros insectos en Salamanca, se espera que para finales de 2028 se hayan generado 150 empleos directos y 1.350 indirectos.