El presidente del Supremo, Carlos Lesmes, ha dejado abierta la posibilidad de que este tribunal asuma toda la causa abierta en relación con el proceso soberanista en distintas sedes judiciales, una decisión sobre la que hay diversidad de criterios, sobre los que prevalecerá el del juez Pablo Llarena.
Será este juez, el instructor del caso en el alto tribunal, quien decida si reclama parte o toda la causa vinculada a la Declaración Unilateral de Independencia en Cataluña y a delitos como rebelión o sedición, malversación, prevaricación o desobediencia en diferentes tribunales (además del Supremo, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, la Audiencia Nacional y un juzgado barcelonés).
Existe una querella en el Juzgado 13 de Cataluña en cuya investigación se ordenaron unos registros que a su vez dieron lugar a posibles delitos de sedición por impedir la acción de la Policía Judicial.
La investigación de la comisión de esos delitos de sedición por personas como Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, responsables de ANC y Omnium Cultural, recayó en manos de la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, que los envió a prisión preventiva.
Ella se ha hecho cargo, a su vez, de la posible comisión de delitos como sedición y rebelión, además de malversación, por parte de los exmiembros del Govern, a quienes tomó declaración el pasado 3 de noviembre y también envió a prisión preventiva, entre ellos al exvicepresidente Oriol Junqueras.
Junto a ello, en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña se instruyen querellas contra miembros del Parlament, entre ellos la expresidenta, Carme Forcadell, y otros miembros de la Mesa, por delitos como desobediencia y prevaricación, en relación con las sentencias del Constitucional que han incumplido.
Llarena debe interrogar el próximo jueves 9 de noviembre a los que constituían la última Mesa del Parlament, en relación con la tramitación en ese legislativo de la Declaración Unilateral de Independencia.
Será él quien adopte, o no, medidas cautelares para Forcadell y los otros, unas medidas que le solicitará el fiscal con probabilidad.
Pero, además, Llarena, en el momento en que lo crea oportuno, podría reclamar parte o todas las causas citadas.
A ese respecto Lesmes ha señalado hoy que «el propio auto de la sala del Tribunal Supremo autoriza ya a Llarena a que pueda reclamar la competencia de toda la causa».
Con estas palabras se refería al auto de admisión del asunto por parte de la Sala Penal del Supremo; ese auto le encargó la instrucción a Llarena.
En ese auto se consideraba «inescindible» la naturaleza de los actos investigados, lo que puede ser interpretado como una vía libre para que desde el Supremo se asuma toda la causa para unificarla.
«El juez instructor seguramente pedirá testimonio de aquello que se está tramitando» en distintos tribunales y «es previsible que tome una decisión», ha añadido Lesmes a ese respecto.
A la pregunta de si Llarena podría asumir toda la causa, Lesmes ha señalado que «podría ocurrir».
Sin embargo, existen distintos criterios, en ámbitos como la Fiscalía del Supremo, sobre si el alto tribunal, ideado como un tribunal de doctrina y no de investigación, está capacitado para asumir la instrucción de una causa de este volumen.
Algunos fiscales del Supremo han mostrado a Efe su opinión contraria; otros han considerado que podría hacerlo, gracias al apoyo, precisamente, de la fiscalía.