El número de ejecuciones hipotecarias, o embargos de una propiedad para su venta tras el impago de un crédito, en viviendas habituales subieron un 9,3 % en el primer trimestre del año hasta alcanzar 1.668, el primer incremento tras 20 trimestres a la baja, según el INE.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que en los tres primeros meses del año se embargaron 5.534 viviendas, un 26,7 % menos que un año antes, de las cuales 1.668 son habituales en propiedad (un 9,3 % más que en el mismo trimestre de 2019), y 534 no son residencia habitual de los propietarios (un 1,1 % menos).
De las 5.534 viviendas embargadas en el trimestre, el 54,6 % corresponde a hipotecas constituidas entre 2005 y 2008.
En total, entre enero y marzo el número de inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias iniciadas en los registros de la propiedad fue 10.558, un 18 % menos que el trimestre anterior y un 29,8 % por debajo de las del mismo periodo de 2019.
En función de la naturaleza de la finca, los embargos sobre vivienda suponen el 52,4 % del total.
Un 15,8 % son viviendas habituales de personas físicas; un 31,5 % corresponde a viviendas de personas jurídicas (un 39,3 % menos que en el mismo periodo del año anterior), y un 5,1 % a otras viviendas de personas físicas (un 1,1 % menos en tasa anual).
Las ejecuciones hipotecarias de otras urbanas (locales, garajes, oficinas, trasteros, naves, edificios destinados a viviendas, otros edificios y aprovechamientos urbanísticos) representan el 37,6 % del total.
Si se tiene en cuenta el estado de la vivienda, el 17,8 % de las ejecuciones hipotecarias en el primer trimestre son sobre viviendas nuevas, que se redujo un 41,4 %, y el 82,2 % sobre usadas, que descendió un 22,4 %.
Según el año de inscripción de la hipoteca, el 22,4 % de las ejecuciones hipotecarias iniciadas sobre viviendas en el primer trimestre corresponde a hipotecas constituidas en el año 2007, el 13,0 % a hipotecas constituidas en 2008 y el 11,9 % a hipotecas de 2006.
El precio de la vivienda en España podría caer un 5 % hasta 2022 por el coronavirus
El precio de la vivienda en España bajará el 3 % en 2020, el 5,5 % en 2021 y el 5 % en 2022, según un estudio de la tasadora Euroval, que indica que al menos hasta 2023 no se recuperarán cifras ‘precovid’, similares a las de 2019.
La principal conclusión del estudio es que la crisis del coronavirus ha frenado en seco la curva alcista de los últimos cinco años y que la hará descender durante un trienio, hasta situar el precio del metro cuadrado a niveles de 2014-2015.
El analista principal del Instituto de Análisis Inmobiliario de Euroval, Alejandro Belchí, ha señalado que en Madrid y Barcelona -los mercados más caros- los precios no bajarán, sino que lo previsible es que se produzca un «estancamiento», al no ser tan alta la presión de la demanda.
Su estimación es que el precio medio del metro cuadrado descenderá a nivel nacional hasta los 1.606 euros en el cuatro trimestre de 2020, hasta los 1.563 euros en el mismo periodo de 2021 y los 1.570 euros en 2022, con respecto al valor del cuarto trimestre de 2019, que fue de 1.653 euros el metro cuadrado.
El estudio se refiere a precio tasado tanto de vivienda nueva como usada, aunque es esta última la que acusará el mayor impacto.
Belchí cree que la obra nueva seguirá desarrollándose conforme a la previsión anterior al parón de la actividad económica, ya que las operaciones precontratadas no acusarán variaciones significativas.
«Entendemos que este año no bajará el precio de la vivienda nueva, ya que hay muchas operaciones ya cerradas, con precontratos y contratos en los que ya está el precio fijado. En años venideros sí que consideramos que va a haber alguna rebaja», explica.
Aunque, a su juicio, se van a «paralizar muchas finalizaciones» de obra, este experto recuerda que también cabe la posibilidad de que mucha vivienda nueva se vaya al mercado de alquiler, si el Gobierno toma medidas para fomentar el arrendamiento.
En principio, la tasadora prevé una reducción lineal del 10 % en las existencias de vivienda nueva, similar a la que viene registrándose en los últimos años.
Las mayores bajadas de precio se darán en la vivienda usada, que representa en torno al 80 % del volumen total de compraventas en España, y que ya ha empezado a experimentar una caída de operaciones.
La proyección de Euroval se basa en un modelo que tiene en cuenta el tipo medio bancario, el «stock» residencial existente, la tasa de empleo y la propia evolución de los precios residenciales.
Belchí recuerda que tradicionalmente el precio de la vivienda en España ha estado muy ligado al número de ocupados y que la CEOE prevé una tasa de desempleo del 19,5 % para 2020 y del 21 % para 2021, si bien el estudio será objeto de reajustes en función de nuevos datos.
En cuanto a los tipos hipotecarios, el modelo parte de un 1,805 en el último trimestre de 2019 y prevé una reducción de hasta el 1,700 en 2020, del 1,650 en 2021 y del 1.625 en 2022.