Algunos padres denunciaron este lunes que un libro de Religión de Educación Primaria de la editorial SM alababa la figura de Òscar Camps, fundador de la ONG Open Arms, y se preguntaron cómo puede ser ejemplo de humanidad alguien que ha sido acusado de explotación laboral e investigado —en al menos tres ocasiones— por favorecimiento de la inmigración ilegal.
La carrera de Òscar Camps nunca ha estado libre de polémica, desde sus primeros lances profesionales siempre ha sido acusado de numerosas irregularidades. Así lo ponen de manifiesto las numerosas acusaciones que aún permanecen en los archivos temporales de internet.
Acusado de explotación laboral
Uno de los momentos más incómodos para el fundador de Open Arms fueron sus conflictos con los trabajadores de su empresa de gestión de servicios públicos de los ayuntamientos en materia de prevención, salvamento y socorrismo (playas, piscinas, municipales, etc). Según afirmaron en el año 2018 desde la cuenta oficial de la Sección Sindical de Amarradores del Puerto de Barcelona de la CNT, Camps era «conocedor de todos los incumplimientos —con sus trabajadores—, hasta tal punto de que, ante las demandas judiciales de algunos, ni siquiera se presenta en los procedimientos».
La sección sindical de la CNT en el Puerto de Barcelona le acusó de «reducir los salarios de sus trabajadores» y de «reducir el tamaño de las plantillas, haciendo que algunos de sus trabajadores trabajasen durante «jornadas de 10 horas diarias sin descanso». Además, el fundador de Open Arms fue acusado de «fraude en la contratación, haciendo que una relación fijo-discontinua pase a ser temporal por obra y servicio, abaratando los costes de despidos y salidas de personal».
Algo que destaca entre todas las irregularidades manifestadas en su día por los Amarradores del Puerto de Barcelona son las alusiones a la excesiva contratación de «trabajadores en origen (extranjeros) o estudiantes, que aún no están familiarizados con nuestras normas laborales ni les da tiempo a hacerlo por la brevedad del contrato y la intensidad de la jornada», una circunstancia que dista de todo su argumentario en favor de la integración de los inmigrantes interceptados por su ONG en el Mediterráneo Central.
Condenado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC)
Tan irregulares eran las prácticas de Òscar Camps con sus trabajadores, que en el año 2018, su empresa —Pro-Activa Serveis Aquàtics S.L.— fue condenada a indemnizar con 6.251 euros a uno de sus trabajadores en concepto de «daños morales«. Además, Camps fue obligado a readmitir al trabajador despedido injustamente en su puesto de trabajo «en las mismas condiciones que regían antes de dicha decisión extintiva, con abono de los salarios dejados de percibir desde que la misma se produjo».
Otra de las cuestiones que destaca la sentencia del TSJC es la «vulneración del derecho fundamental de libertad sindical». Ya que el Tribunal afirma disponer de «indicios que permiten sospechar con fundamento que la decisión empresarial extintiva pudo responder a una represalia por la actividad sindical» del trabajador, ya que este «llevó a cabo una importante actividad como representante del sindicato —CGT— en favor de los trabajadores».
Sentencia Tribunal Superior de Justicia de Cataluña
Investigado por favorecimiento de la inmigración ilegal
A las irregularidades con sus empleados se suman al menos dos imputaciones a la ONG de Òscar Camps por favorecimiento de la inmigración ilegal y violencia privada contra el Ministerio del Interior italiano.
Las primeras diligencias de investigación sobre Open Arms vienen dictadas por los tribunales de Catania (Italia), donde tras un controvertido rescate en el año 2018 en aguas cercanas a Libia —zona de mayor operatividad de las mafias de la inmigración ilegal—, la ONG hizo caso omiso a las órdenes del Centro de Operaciones, Coordinación y Rescate de Roma (IMRCC).
Las segundas diligencias de investigación, dictadas por los tribunales de Ragusa (Italia), señalaron también a la ONG por tales hechos. Open Arms hizo caso omiso a las indicaciones y órdenes expresas que se le estaban dando. Pese a que se indicó desde el IMRCC que dos de las embarcaciones con aproximadamente 200 inmigrantes ilegales presentaban «buenas condiciones de flotabilidad», existían «muy buenas condiciones meteorológicas» y todos los inmigrantes ilegales iban «provistos de chalecos salvavidas», Open Arms no obedeció y puso a sus patrulleras rumbo a estas embarcaciones.
Pasadas unas horas la organización de Camps comunicó que había recogido a todos los inmigrantes en contraposición a las órdenes efectuadas y negándose a entregar a la Guardia Costera de Libia los inmigrantes ilegales interceptados para que pudiesen ser llevados al puerto más cercano, en acuerdo a lo contemplado en derecho marítimo. Esto motivó que los guardacostas libios desistieran y decidieran regresar al puerto de Trípoli dando tramite con posterioridad a los expedientes oportunos que motivaron el inicio de las investigaciones contra Open Arms.
Coordinación de Open Arms con las mafias libias
Otro de las cuestiones más controvertidos de Òscar Camps y su ONG es la posible vinculación y coordinación con las mafias libias de la inmigración ilegal. En este sentido, FRONTEX dio inicio recientemente a una investigación donde presuntamente quedaban evidenciados comportamientos irregulares de Open Arms en los que aparentemente se dibujaba una estructura de colaboración directa con los traficantes que operan en el Mediterráneo Central.
Según el informe de FRONTEX al que ha tenido acceso este medio, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas observa que «hay claros indicios de que podían —las mafias libias— estar colaborando con las ONG», refiriéndose en dicho informe a Open Arms y Médicos sin Fronteras, en unas operaciones de rescate llevadas a cabo en marzo del año pasado.
Hasta el momento, la agencia europea no ha anunciado medidas contra la ONG de Òscar Camps, sin embargo sí que destacan que es una de las organizaciones «más investigadas».
