Compañeros de la cocinera asesinada el miércoles 13 de marzo en la cárcel de Mas d’Enric, en (Tarragona), han afirmado que los derechos de los presos se respetan pero los suyos no.
En un comunicado leído a las puertas de las prisión de Brians 2, (Barcelona), han replicado a las entidades de derechos humanos que han reclamado respetar los derechos de los reclusos: «No se puede considerar cualquier molestia una vulneración de los derechos humanos». «Los derechos humanos de los internos son respetados en todo momento y nos implicamos con sus necesidades a diario mucho más que cualquier burócrata desde su despacho», han afirmado.
«Todas las personas que trabajamos en centros penitenciarios también tenemos derechos humanos que se vulneran de forma sistemática», han añadido, antes de mencionar el derecho a la vida y a la integridad física y moral.
También han insistido en la importancia de la salud mental de los presos para garantizar la convivencia en las cárceles y han criticado que «está desatendida» por parte de la Generalidad por falta de unidades psiquiátricas para atenderlos. «Pero nuestra salud mental también es muy importante y no parece que le importe a nadie», han añadido. La situación es «insostenible» ante el aumento de las agresiones entre presos y de presos a trabajadores.
Los funcionarios, que no buscan un cambio de rumbo ni la abolición del sistema penitenciario hacia uno más punitivo, sino que «el actual sea correctamente ejecutado», exigen la dimisión de la consejera de Justicia, Gemma Ubasart, y del secretario de Medidas Penales, Amand Calderó.
«Seguiremos con las movilizaciones y concentraciones que consideremos necesarias como plantilla para que no se olviden ni el asesinato de nuestra compañera Nuria ni las condiciones de inseguridad reiterada en las que desarrollaba su trabajo», han finalizado.
