Álvaro Morata, capitán de la selección española que ha pronunciado el discurso de la victoria al más puro estilo Pepe Reina, ha roto a gritar «¡Gibraltar es español!» interrumpiendo así la presentación de toda la plantilla que ha obtenido el cuarto título europeo. A él se han unido los miles de asistentes a Cibeles y sus compañeros, solicitando así la recuperación de un territorio que en el pasado perteneció a España.
Instantes antes, un vídeo de la retransmisión en directo había captado a Rodri Hernández cantando esta consigna («¡Gibraltar es español!»), que ha ganado popularidad tras la victoria de España en la Eurocopa celebrada en Alemania. El fervor aumentó especialmente tras saberse que Inglaterra sería su adversario en la final del Estadio Olímpico de Berlín.
Antes de este momento, los futbolistas y el cuerpo técnico de la selección habían rendido homenaje a José Luis Martínez-Almeida en el Ayuntamiento, situado junto a Cibeles. Este lunes se celebra allí la conquista de la Eurocopa. Sin embargo, unas horas antes, los mismos jugadores no prestaron atención a Pedro Sánchez durante el homenaje en La Moncloa.
La jornada festiva incluyó también la interpretación del icónico «Paquito el Chocolatero» por parte de los jugadores. La celebración española ha resultado ser de lo más patriótica, auténtica y emotiva, destacando tanto en la Plaza de Cibeles como en el recibimiento oficial en el Ayuntamiento.
