El Ayuntamiento de Paiporta, zona cero de la catástrofe que ha dejado al menos 219 muertos en la provincia de Valencia, según las cifras oficiales, ha instado a los vecinos a no actuar por su cuenta en la apertura de sótanos y garajes afectados por las lluvias torrenciales del pasado 29 de octubre.
Así, ha insistido en que se trata de unas labores que «coordina» con efectivos de bomberos, la Unidad Militar de Emergencias (UME), las Fuerzas Armadas y la Policía. «La prioridad es garantizar la seguridad y la salud pública», ha subrayado en las redes sociales, ante la indignación generalizada de los vecinos, que temen que el lodo acumulado en las plantas de los garajes pueda «afectar» los cimientos de los edificios.
Los vecinos señalan que al principio pudieron sacar los coches, pero ahora les deniegan el permiso: «Hay garajes que continúan inundados, con vehículos en su interior y restos de lodo solidificados. Se quejan de la gestión «ineficaz» del gobierno municipal de María Isabel Albalat, del PSOE. «Las calles permanecen llenas de barro. Todo se está pudriendo… somos el tercer mundo. El Ayuntamiento no nos ha asegurado contenedores para retirar el barro», lamenta Albert, joven paiportino.
Reiteran que un «problema crítico» es el de las aguas fecales por las fracturas en las tuberías de evacuación por el colapso del sistema de alcantarillado. «Se están infiltrando en garajes, generando condiciones insalubres y un olor insoportable. Las roturas están dejando inutilizados los cuartos de baño de muchos edificios, forzando a las familias a vivir en condiciones inaceptables y sin una solución a la vista por parte de las autoridades».
La distribución de alimentos por parte de una ONG en puntos organizados «se ha convertido en un caos». «Preferimos acudir a centros gestionados por voluntarios locales, quienes han demostrado mayor eficacia y compromiso», declaran, antes de criticar que el Ayuntamiento no haya comunicado si ha solicitado o no la ayuda necesaria (y permanente) a otras administraciones.
En las calles de Paiporta hay un clamor: la denuncia de la negligencia de ambas administraciones, la de Carlos Mazón y la de Pedro Sánchez. «Quizás la DANA no se podía evitar, pero muchas de las trágicas consecuencias sí», aseveran. Citan una alerta a tiempo o la movilización inmediata de todo el Ejército como decisiones que podrían haber mitigado una tragedia de dimensiones todavía desconocidas. Creen que la falta de planificación y cooperación entre las instituciones ha llevado a una situación crítica, «donde los vecinos nos sentimos abandonados por unos políticos más preocupados por la imagen y el relato que por hacer frente a esta catástrofe».
